Pierre Manent: cómo revitalizar la política - 17 de Julio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 645207733

Pierre Manent: cómo revitalizar la política

Aron y Strauss

Nacido en el seno de una familia comunista de Toulouse, Manent se convierte tempranamente al catolicismo. En la segunda mitad de los 60 conoce a Raymond Aron -a la postre su principal formador-, quien entonces ocupaba un lugar tan polémico como relevante en la escena intelectual francesa. La lección más importante que Manent aprende de Aron guarda relación con la especificidad de los fenómenos políticos. Para Aron, la comprensión de la vida política es una tarea muy compleja que, por tanto, debe alejarse de todo facilismo (y por eso no es casual que Aron haya sido la voz de la moderación en un siglo gobernado por los "ismos" de distintos colores). Manent recoge las inquietudes de su maestro, y este "Curso" da cuenta de ello.

El segundo encuentro que marca la trayectoria de Manent es el de Leo Strauss. El mismo Aron, al notar los intereses de su discípulo, le aconseja leer al pensador de origen alemán. Con Strauss, Manent descubre cuán importante es la lectura atenta de los textos canónicos de la filosofía política: allí es posible entrever una íntima conexión entre nuestros problemas políticos e intelectuales. De este modo, y siguiendo a Strauss, la obra de Manent asume que algunos autores son imprescindibles, pues no es posible entender el mundo actual sin volver a las ideas que se encuentran en su origen.

La influencia cruzada de Aron y Strauss permite percibir mejor por qué Manent busca rehabilitar la política como clave de comprensión de la condición humana. Y la modernidad, desde luego, no es la excepción.

Tocqueville y la modernidad

A fin de cuentas, los esfuerzos de Manent apuntan a comprender los fundamentos del mundo político moderno. En esto fue determinante la lectura de Tocqueville (y por eso no es fortuito que uno de sus primeros libros haya versado sobre "La democracia en América"). Fue él quien impulsó a Manent -y a muchos otros de su generación- a repensar los tiempos modernos con categorías propiamente políticas. Después de todo, la modernidad puede ser concebida como una respuesta política a cierto tipo de problemas y, por tanto, si deseamos entender por qué el mundo moderno es una verdadera "organización de separaciones" (entre Iglesia y Estado, entre Estado y sociedad, de poderes, entre otras), es imperativo indagar en las dificultades que condujeron a esa peculiar organización. Acá Manent se remontará a los siglos XVI y XVII y, en particular, al "Príncipe" de Maquiavelo. Este ejercicio lleva al francés a...

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