El peluquero más distinguido de Inglaterra
-En esa época, la barbería no era considerada como una profesión de segunda clase, de hecho era bastante aceptable, más incluso que ser peluquero de mujeres -dice Sorbie desde sus oficinas en Londres.
A los 21 años, Trevor se inscribió en un curso de peluquería y postuló para trabajar en el salón del peluquero de renombre en ese momento: Vidal Sassoon (fallecido en 2012, a los 84 años). Como él, Sassoon había comenzado a trabajar en la adolescencia: proveniente de una familia de bajos ingresos, empezó a los 14 años, en plena posguerra. Sassoon era conocido por crear cortes y peinados vanguardistas, que se recuerdan hasta hoy. Había mucha demanda por entrar a trabajar en sus salones. Trevor se inscribió como cualquier otro postulante, pasó la etapa de pruebas, tomó el curso de 6 semanas de entrenamiento y se sometió a la ronda de exámenes finales, que también aprobó. Tanto fue su éxito que a los 18 meses se transformó en director artístico.
De esos primeros años con su mentor, Trevor recuerda:
-La lección más importante que me inculcó Vidal Sassoon fue la disciplina, el no intentar acortar caminos. Hay que hacer las cosas de manera correcta, aunque demore más que el peinado salga perfecto. Esta mentalidad la aplico en mi trabajo y con mi equipo hasta el día de hoy.
Ya en 1972, como estilista del salón Vidal Sassoon, el nombre de Trevor se había hecho conocido. Con el paso del tiempo, se desempeñó también en la cadena Toni y Guy y en John Frida. Junto con encargarse del pelo de varias celebridades londinenses, creó cortes icónicos, como "The Wedge", "The Scrunch" y "The Chop".
Animado por su creciente fama, Trevor se decidió a abrir un salón propio en 1979. Escogió el sector con más onda en ese tiempo en Londres: Covent Garden. El mismo donde en los años 80 nació el movimiento punk.
Bajo el eslogan "pelo real, para gente real", trabajó convencido de que los tratamientos y peinados de peluquería no son un asunto glamoroso vinculado únicamente con las celebridades y la gente famosa, sino algo que interesa a todos, al público general. Los clientes, decía, necesitan saber cómo manejar su pelo y mantenerlo a su gusto en la vida cotidiana. Por eso, en 1986 -siete años después de haber abierto las puertas de su primer salón- lanzó su propia gama de tratamientos capilares, que actualmente se comercializa en Europa, Estados Unidos y Asia.
-Escucho a mucha gente quejarse por malos resultados al comprar tratamientos capilares, pero muchas veces esto se...
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