El ojo de Robert Doisneau, un implacable ladrón de instantes - 5 de Julio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 576796030

El ojo de Robert Doisneau, un implacable ladrón de instantes

A los 17 años se miraba a él y al mundo sin ganas. Era delgado, iba mal vestido, aprendía litografía, mientras comenzaba a disparar su cámara. Y lo hacía casi sin levantar la vista: sus primeras instantáneas retrataban adoquines, una farola de gas o cualquier cosa que no involucrara a humanos. "Un día, quizás, alguien encontrará en mis imágenes una sublevación sarcástica", dijo alguna vez. Y luego, con su primera paga, a pesar de su poca fe, compró una Rolleiflex.

Mirándolo retrospectivamente, casi todo lo que compone la escena anterior quedó completamente fuera de lo que al final ocurrió. A casi un siglo de esos sentimientos, el nombre Robert Doisneau (1912-1994) está impreso en la primerísima plana de la fotografía mundial. Terminó siendo un retratista de sensibilidad única tanto frente a lo más trivial y placentero de la vida -con escenas divertidas, personajes carismáticos e instantes de humor-, como frente al sufrimiento humano. Él también inmortalizó al París ocupado de la Segunda Guerra, a trabajadores en condiciones precarias y abusivas, a personajes solos, abandonados, vulnerables.

Todo eso se ve ahora en un monumental libro de Taschen. Ya llegó a Chile su versión trilingüe (español, francés y portugués). Es de gran formato y reúne más de 400 imágenes, junto a reflexiones del fotógrafo y textos de su par Jean-Claude Gautrand, con quien fraguó una gran...

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