El que tenga oídos, que escuche - 19 de Junio de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 869277400

El que tenga oídos, que escuche

Dentro de las ilusiones de la época moderna, una de las más llamativas es la creencia de que el progreso traería indefectiblemente una victoria para la especie humana sobre los microorganismos. Los impresionantes avances en higiene, sanitización del agua, mejora del manejo de residuos biológicos, y la antisepsia produjeron cambios que se tradujeron en aceleradas caídas de la mortalidad infantil, mejoría de la capacidad productiva y la percepción de que las plagas, uno de los jinetes del Apocalipsis, estaban en retirada. El descubrimiento y desarrollo industrial de los antibióticos vino a reforzar esta idea, llevando a la necesidad de redefinir el mismo concepto de qué significa ser (o estar) sano: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades" (OMS, 1948).Esta medicalización de todos los aspectos de la vida se acompaña incluso de cambios en objetivos concretos. Es una "transición epidemiológica", vinculada al envejecimiento de la población, y el foco de atención deriva a los determinantes sociales de enfermedad, y a la prevención y manejo de las enfermedades crónicas. Diversos autores, principalmente Foucault, han advertido sobre el exceso de medicalización de la vida privada y pública, desarrollando el concepto de Biopolítica, como un mecanismo de sujeción del individuo al nuevo poder sanitario, al que la ciudadanía se entrega con más facilidad que al poder político estatal.Las pestes cambian la historia. Desde el Éxodo se menciona que uno de los motivos de la salida de los israelitas de Egipto fue una epidemia; o en el libro de Saúl, la grave enfermedad que afectó a los Filisteos, interpretada como castigo por haber robado el Arca de la Alianza. Atenas pierde la guerra ante Esparta producto de una grave peste. La de Justiniano precipita la caída final del Imperio Romano. Las murallas de Constantinopla se derrumban en parte gracias a la peste negra, que desde el s. XIV había exterminado a 1/3 de los europeos. Cuando el conquistador llega a América, trae como aliados a la viruela, el tifus y el sarampión, matando, se calcula, a más del 90% de la población nativa. La mal llamada gripe española, del año 1918 y siguientes, al finalizar la Gran Guerra, termina la resistencia alemana del frente...

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