El nuevo sistema electoral
Autor | Jorge Ramírez R. |
Cargo | Cientista Político de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con un minor en Sociología en esa misma casa de estudios. Actualmente se desempeña como Coordinador del Programa Sociedad y Política de LyD |
Páginas | 11-12 |
Libertad y Desarrollo
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no de los protagonistas de la eleccin del domingo
19 de noviembre fue el debut en su implementa-
cin del nuevo sistema electoral parlamentario,
denominado sistema proporcional inclusivo. La
expectativa que se gener en torno al cambio del sistema
electoral binominal hoy puede ser contrastada con la reali-
dad, permitiendo develar una serie de crticas injusticadas
hacia el antiguo sistema que, como todo sistema electoral,
poseía falencias y fortalezas, pero sobre el cual se cons-
truyo -con una motivacin poltica- una autntica mitologa
que le adjudicaba un rol esencial respecto de todos los ma-
les de nuestra democracia.
As las cosas, tal y como advertimos en su oportunidad, en
plena tramitacin legislativa del nuevo sistema, la frmula
proporcional adoptada no solo adolecía de criterios objeti-
vos en materias tales como la distribucin del nmero de
escaos en proporcin al nmero de electores, sino que,
desde el punto de vista de los resultados que producira,
acrecentara dinmicas de poca aceptacin y comprensin
social, tales como candidatos con altas mayorías que no
accedían al escaño o, caso contrario, candidatos con bajas
votaciones que eran arrastrados consiguiendo un escao.
En el presente documento se contrastan algunos de los ob-
jetivos que el legislador consagr en el espritu de la ley, a
la luz de los datos de las votaciones de noviembre pasado.
Del mismo modo, se ofrece un escenario virtual de cmo
habran sido los resultados de haber estado vigente el sis-
tema electoral binominal.
Un sistema electoral no es ms que una frmula matem-
tica que permite transformar votos en escaos. Son de al-
gn modo un traductor de la voluntad soberana, en una
expresin concreta de representacin poltica. No existe un
sistema proporcional perfecto, en el sentido que siempre
habr una tensin entre la representatividad que genera el
sistema y la ecacia gubernamental que produce.
En el mundo existen tres grandes familias de sistemas
electorales: los proporcionales, que asignan más de un
escao por unidad electoral (plurinominales) y que aplican
U
5. EL NUEVO SISTEMA ELECTORAL
una cifra repartidora (en este caso DHont) por el nmero
de escaños a repartir por territorio electoral. Este es el caso
del nuevo sistema chileno, donde para la Cmara de Dipu-
tados el nmero de cargos a repartir por distrito vara entre
3 y 8, y para el Senado, entre 2 y 5.
Otro tipo de sistemas electorales son los “mayoritarios”
(uninominales). Tal es el caso del sistema norteamerica-
no o británico, donde en cada unidad electoral se reparte
un único escaño; en este sistema el candidato que obtiene
ms votos es el que resulta electo. Se trata del sistema
ms competitivo y de simple comprensin ciudadana, pero
que no logra reflejar la proporcionalidad de la votacin al
contener en su diseo la lgica de que el ganador se lleva
todo” y el perdedor, nada.
Finalmente, existe una familia de sistemas mixtos, que eli-
gen un porcentaje de sus representantes por la va de dis-
tritos uninominales, pero con un complemento de propor-
cionalidad que asigna un número determinado de escaños
por lista. Este es el caso del sistema alemán. Cada una de
estas frmulas posee efectos de diseo mecnico, efectos
a nivel de comportamiento de los actores polticos y efec-
tos de interaccin con otras instituciones del sistema de
partidos políticos.
Una de las ideas matrices del Mensaje Presidencial Boletn
9326-07 que “sustituye el sistema electoral binominal por
un sistema electoral proporcional inclusivo era la de avan-
zar hacia un sistema ms representativo. En materia de
sistemas electorales, la representatividad no es solamen-
te un anhelo, es una dimensin de anlisis que se puede
cuanticar a efectos de evaluar qu tan representativo es
el sistema y qu grado de distorsin a esa representativi-
dad genera. La forma ms convencional de medir la repre-
sentatividad de un sistema electoral es a travs del clculo
de la desproporcionalidad electoral. Como se muestra a
continuacin, la desproporcionalidad agregada que el nue-
vo sistema electoral proporcional inclusivo produjo fue
mayor a la que gener el sistema binominal, en un prome-
dio de 7 elecciones de diputados entre 1989 y 2013.
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