El nuevo sistema electoral - Núm. 162, Febrero 2018 - Serie Informe Sociedad y Política - Libros y Revistas - VLEX 704191201

El nuevo sistema electoral

AutorJorge Ramírez R.
CargoCientista Político de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con un minor en Sociología en esa misma casa de estudios. Actualmente se desempeña como Coordinador del Programa Sociedad y Política de LyD
Páginas11-12
Libertad y Desarrollo
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no de los protagonistas de la eleccin del domingo
19 de noviembre fue el debut en su implementa-
cin del nuevo sistema electoral parlamentario,
denominado sistema proporcional inclusivo. La
expectativa que se gener en torno al cambio del sistema
electoral binominal hoy puede ser contrastada con la reali-
dad, permitiendo develar una serie de crticas injusticadas
hacia el antiguo sistema que, como todo sistema electoral,
poseía falencias y fortalezas, pero sobre el cual se cons-
truyo -con una motivacin poltica- una autntica mitologa
que le adjudicaba un rol esencial respecto de todos los ma-
les de nuestra democracia.
As las cosas, tal y como advertimos en su oportunidad, en
plena tramitacin legislativa del nuevo sistema, la frmula
proporcional adoptada no solo adolecía de criterios objeti-
vos en materias tales como la distribucin del nmero de
escaos en proporcin al nmero de electores, sino que,
desde el punto de vista de los resultados que producira,
acrecentara dinmicas de poca aceptacin y comprensin
social, tales como candidatos con altas mayorías que no
accedían al escaño o, caso contrario, candidatos con bajas
votaciones que eran arrastrados consiguiendo un escao.
En el presente documento se contrastan algunos de los ob-
jetivos que el legislador consagr en el espritu de la ley, a
la luz de los datos de las votaciones de noviembre pasado.
Del mismo modo, se ofrece un escenario virtual de cmo
habran sido los resultados de haber estado vigente el sis-
tema electoral binominal.
Un sistema electoral no es ms que una frmula matem-
tica que permite transformar votos en escaos. Son de al-
gn modo un traductor de la voluntad soberana, en una
expresin concreta de representacin poltica. No existe un
sistema proporcional perfecto, en el sentido que siempre
habr una tensin entre la representatividad que genera el
sistema y la ecacia gubernamental que produce.
En el mundo existen tres grandes familias de sistemas
electorales: los proporcionales, que asignan más de un
escao por unidad electoral (plurinominales) y que aplican
U
5. EL NUEVO SISTEMA ELECTORAL
una cifra repartidora (en este caso DHont) por el nmero
de escaños a repartir por territorio electoral. Este es el caso
del nuevo sistema chileno, donde para la Cmara de Dipu-
tados el nmero de cargos a repartir por distrito vara entre
3 y 8, y para el Senado, entre 2 y 5.
Otro tipo de sistemas electorales son los “mayoritarios”
(uninominales). Tal es el caso del sistema norteamerica-
no o británico, donde en cada unidad electoral se reparte
un único escaño; en este sistema el candidato que obtiene
ms votos es el que resulta electo. Se trata del sistema
ms competitivo y de simple comprensin ciudadana, pero
que no logra reflejar la proporcionalidad de la votacin al
contener en su diseo la lgica de que el ganador se lleva
todo” y el perdedor, nada.
Finalmente, existe una familia de sistemas mixtos, que eli-
gen un porcentaje de sus representantes por la va de dis-
tritos uninominales, pero con un complemento de propor-
cionalidad que asigna un número determinado de escaños
por lista. Este es el caso del sistema alemán. Cada una de
estas frmulas posee efectos de diseo mecnico, efectos
a nivel de comportamiento de los actores polticos y efec-
tos de interaccin con otras instituciones del sistema de
partidos políticos.
Una de las ideas matrices del Mensaje Presidencial Boletn
9326-07 que “sustituye el sistema electoral binominal por
un sistema electoral proporcional inclusivo era la de avan-
zar hacia un sistema ms representativo. En materia de
sistemas electorales, la representatividad no es solamen-
te un anhelo, es una dimensin de anlisis que se puede
cuanticar a efectos de evaluar qu tan representativo es
el sistema y qu grado de distorsin a esa representativi-
dad genera. La forma ms convencional de medir la repre-
sentatividad de un sistema electoral es a travs del clculo
de la desproporcionalidad electoral. Como se muestra a
continuacin, la desproporcionalidad agregada que el nue-
vo sistema electoral proporcional inclusivo produjo fue
mayor a la que generel sistema binominal, en un prome-
dio de 7 elecciones de diputados entre 1989 y 2013.

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