Nueva Mayoría apuesta ahora al desgaste de Enríquez-Ominami
En las oficinas de la fiscalía, el ex militante socialista deberá enfrentar las preguntas de los persecutores, que se centrarán en sus posibles vínculos con las facturas que suman $362 millones que la empresa pagó a su ex mano derecha, Cristián Warner. Sus reuniones con el ex gerente general de SQM Patricio Contesse y los mails donde se le menciona a propósito de los pagos a Warner serán otras de las interrogantes.
De esta forma, el líder del PRO entrará de lleno en el tema del financiamiento irregular de campañas políticas, ingresando al mismo terreno que los otros políticos que ya han pasado por estos trámites judiciales o que han sido cuestionados por la materia. Y esto, dicen de manera transversal en la Nueva Mayoría, le asestará un golpe del que será difícil recuperarse.
El análisis: "dejará de ser distinto"
Señalan que, independientemente del resultado judicial de su caso, la imagen de ME-O asistiendo mañana a la fiscalía marcará el comienzo de un desgaste político.
"Acá no habrá una muerte súbita, pero comienzan a limarse sus posibilidades de líder político", sostiene un alto dirigente de la DC. Desde la colectividad señalan que si bien esto no saca a ME-O del escenario electoral, sí lo "desperfila". Agregan que ya "ha perdido demasiado tiempo", algo que es clave para un "retador". Calidad que ha mantenido desde 2009, cuando tuvo su primera campaña presidencial.
Los análisis que se hacen en el oficialismo dicen que en este contexto ya no le servirá el discurso de "ser distinto" a los liderazgos tradicionales de los dos bloques políticos, puesto que él "también está siendo cuestionado como a los que él llama 'tradicionales' ", señalan.
Por lo tanto, dicen, cada vez se le acota más el margen para ofrecer algo nuevo. Más aún en este gobierno, donde muchos de sus postulados fueron parte del programa oficialista, como los cambios al sistema electoral, una nueva Constitución, apertura al matrimonio homosexual y la despenalización del aborto, entre otros. Como todos esos aspectos ya están siendo abordados, "si le quedaba algo, era el tema de la probidad, que ahora tampoco podrá esgrimir", sostienen.
Tanto en la DC como en el PPD ven que, aunque se presente nuevamente a la presidencial de 2017, la novedad estará dada por las posibles primarias de la Nueva Mayoría y de Chile Vamos, y no por ME-O, quien nuevamente será una candidatura outsider , pero ya minada. De hecho, esto ya lo vivió en las pasadas presidenciales cuando no solo bajó de 20...
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