Natalia Compagnon cambió de auto en un café de la Ruta 5... estuvo tensa en la sala y no pareció seguir la audiencia - 30 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 592628702

Natalia Compagnon cambió de auto en un café de la Ruta 5... estuvo tensa en la sala y no pareció seguir la audiencia

Se trataba de la nuera de la Presidenta, Natalia Compagnon, quien llegó acompañada de dos de sus abogados: Felipe Polanco y Jéssica Norambuena, en el vehículo Subaru del primero. Ahí se juntó con su otro equipo de defensores, Antonio Garafulic y Grace Álvarez. Esta última representa a su empresa Caval, que tiene en sociedad con Mauricio Valero.

Faltaba una hora y media para que comenzara la audiencia de formalización, en Rancagua.

A la misma hora ya se empezaba a congregar gente frente al Tribunal Oral en lo Penal de la VI Región, que estaba cercado por barreras papales.

Casualmente -aseguran algunos testigos-, en el lugar se encontraban el síndico Herman Chadwick y su defensa, además de Mariclara González y su abogado Leonardo Battaglia. También tomaban desayuno ahí los defensores de Cynthia Ross, Mario Vargas y Paula Vial.

Minutos antes habían estado en el mismo lugar los abogados del ex director de Obras de la Municipalidad de Machalí Jorge Silva Menares.

Natalia cambió de vehículo en la Shell. Abordó la camioneta blanca Ford F-150 de doble cabina de Antonio Garafulic, en la que llegó a Rancagua, conducida por Grace Álvarez. En el Subaru los siguieron Felipe Polanco y Jéssica Norambuena.

De traje-pantalón gris, zapatos en el tono, cartera nude y polera blanca, esta vez no enfrentó a la prensa con anteojos de sol oscuros. Se bajó de la Ford pisando firme y cruzó frente a la prensa como si no escuchara ni viera a nadie, con la vista al frente, cuando el reloj marcaba las 8:49 horas.

Al llegar a su asiento, en el primer puesto de la segunda banca, a mano derecha del juez, dio un profundo respiro, se tapó la boca y pareció que se iba a quebrar de angustia. Pero no lo hizo. Más aún, cuando debió ponerse de pie y caminar unos pasos para acercarse al único micrófono que había a disposición de los imputados, habló en tono de experimentada oradora: "Hola, muy buenos días. Mi nombre es Natalia Compagnon...".

Durante la audiencia jugó con su pelo rubio con visos y aspecto de recién alisado, dándole forma de cola de caballo, luego llevándolo todo al hombro izquierdo. Levantaba y bajaba la barbilla, luego se apoyaba con su mano cubriendo los labios. Era el único gesto que revelaba su tensión, en una sala apretada, donde el único personaje que se veía tranquilo era el juez Luis Barría. Lo que era evidente es que Compagnon no seguía la audiencia, salvo algunos instantes en que su abogada Grace Álvarez le hacía algún comentario alusivo, que no lograba...

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