Muere Enrique Lafourcade, prolífico novelista y animador cultural - 30 de Julio de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 800857941

Muere Enrique Lafourcade, prolífico novelista y animador cultural

A los 91 años, murió en la madrugada de ayer el escritor Enrique Lafourcade, luego de padecer una rebelde neumonía. Familiares y amigos lo despedirán hoy en la iglesia Santa María de Las Condes, con un responso fúnebre que se realizará a las 14:00 horas para luego llevar sus restos mortales al mausoleo familiar del Cementerio General. Aquejado de alzhéimer, el novelista había permanecido hasta el año pasado en La Serena junto a su esposa, la pintora Rossana Pizarro, quien decidió trasladarlo a una casa de reposo de Santiago especializada en pacientes con esa enfermedad.En declaraciones a "El Mercurio" realizadas en 2011, con ocasión de los 40 años de la publicación de su best seller "Palomita Blanca" -novela que ha vendido más de dos millones de ejemplares-, Lafourcade se definió como un "anarquista sentimental y católico en estado salvaje", llegando así a identificarse con la personalidad del conde Henri de Lafourchette, alter ego ficcional de sus crónicas, gozador de la buena mesa, de las mujeres y de la vida: "seductor empedernido y millonario ocasional".La suya fue, en efecto, una existencia inquieta, marcada por relaciones apasionadas, proclive a la controversia y con una ambición literaria que desplazó su temprana afición por el piano. Nacido en Santiago el 14 de octubre de 1927, Enrique Lafourcade Valdenegro fue alumno del Liceo Lastarria, estudió pintura en la Escuela de Bellas Artes y Filosofía en la Universidad de Chile, donde ganó un concurso de cuentos de la FECh en 1944. Por esos años entró a Las Últimas Noticias, iniciando una larga carrera en el periodismo (ver nota relacionada).En 1950 publicó su primera novela, "El libro de Kareen", obra íntima, con reminiscencias de la niñez, que Alone consideró "un libro delicadísimo, a la sordina, desprovisto de énfasis", advirtiendo que "no se diría libro de un joven tan joven ni paso inicial en el largo sendero". Luis Oyarzún, en tanto, destacó en esa ópera prima que "la naturaleza empieza a ser vista con ojos civilizados, a ser espiritualmente poseída por el hombre".Más problemática fue la recepción de su segunda novela, "Pena de muerte" (1952). Oyarzún, su primer lector, se reconoció en la historia de los tres personajes que se van de vacaciones a Horcón. "Algunos pasajes me produjeron irritación; otros, cólera; otros, encantamiento. Los últimos capítulos, real emoción literaria", escribió en su "Diario". "Narra bien, sin duda, y puede llegar a ser, no solo un poeta, sino un...

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