Un moderno sin restricciones - 1 de Agosto de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 846901329

Un moderno sin restricciones

El adobe, la madera y el hierro fueron materiales que lo acompañaron y maravillaron desde niño. Los conoció y aprendió a trabajarlos en el fundo de su abuelo materno en las cercanías de Linares, observando los gruesos muros de la antigua casona, haciendo figuras y tallas con álamo o raulí en el taller de carpintería y mirando con atención al forjador mientras sacaba chispas en la fragua. Años después, siendo alumno de la Facultad de Arquitectura de la PUC, descubrió la belleza del acero y la plasticidad del hormigón y se apropió de ellos para generar un cuerpo de obras moderno y sin pretensiones, sencillo y austero, dialogante con la geografía y respetuoso de la arquitectura tradicional local.Jorge Swinburn Pereira (1934-2020) fue un enamorado de la belleza. Se maravillaba de igual modo con la naturaleza y el paisaje del campo que con la prosa de Luis Oyarzún y Gabriela Mistral, la escultura de Samuel Román, el trabajo artesanal de un picapedrero anónimo, una cornisa o grada bien hecha. Fue un esteta ciento por ciento. "Un amante de la belleza por donde llegara", dice su hijo Jorge Swinburn del Río, también arquitecto y con quien trabajó en los últimos años. Estudió en el colegio Saint George, donde fue compañero de curso de varias personalidades del mundo literario, como Armando Uribe, José Miguel Ibáñez Langlois, Antonio Avaria y Hernán Montealegre, y de otros connotados, entre ellos, el cardiólogo Pablo Casanegra y el ilusionista Fernando Larraín. Allí tuvo como profesor a Roque Esteban Scarpa, quien, tal como él mismo escribió en la introducción de su monografía "Casas Modernas" de Ediciones ARQ, año 2007 "nos sacó de nuestros juegos y gustos infantiles y nos condujo cuidadosamente al arte y especialmente a la poesía". La literatura fue su compañera de vida, en su velador nunca faltó un libro de Borges, Stendhal, Vicente Huidobro o Eduardo Anguita. "Eran su talón de Aquiles -comenta su hijo Jorge- y a menudo los citaba, lo mismo que a Oscar Wilde".La pintura fue otra de sus grandes pasiones. Le llegó por herencia de su abuelo, el gran pintor Enrique Swinburn Kirk, y de su padre, el acuarelista Carlos Swinburn Izquierdo, con quien dibujaba y salía a pintar, tal como lo recuerda en la monografía: "Recorríamos potreros, quebradas y ríos buscando el paisaje preciso... Después, solitario, fui cautivando la verdadera luz de los potreros, el mar y las lejanías". Pero también atrapó la belleza mediante la fotografía, un arte que descubrió en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR