Cuando el ministro corría - 17 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 655720261

Cuando el ministro corría

-Sí, por supuesto. De hecho, todos los ministros anteriores no lo fueron.

Cacharra

En1971, Pablo Squella tenía 9 años y Loreto, una de las 11 hermanas y hermanos que tiene, decide llevarlo a un torneo en el Estadio Italiano. Loreto es seis años mayor. Corre por el Club Atlético de Santiago. Cuarenta y cinco años después, no puede recordar por qué lo hizo.

-Creo que fue algo como que él estaba inquieto en la casa y lo llevé -dice Loreto.

Pablo Squella, en cambio, sí se acuerda. Puede describir la pista de pasto, la carrera de 50 metros donde salió segundo y la de 500 que ganó. Esa habilidad que encontró en la velocidad que podían tomar sus piernas ayudó a darle una identidad en la casa de 10 habitaciones en Providencia, donde vivía. Ese hogar donde su padre, Juan Squella, un arquitecto, pasaba mucho tiempo fuera, por trabajo, y donde su madre, Juana Serrano, solo le pedía una cosa antes de que tomara su bicicleta para ir a entrenar con el equipo de su colegio, el SS CC de la Alameda: que se cuidara. Que no se hiciera daño.

A los 12 años, Pablo Squella ganaba. En torneos escolares sacaba primeros lugares en competencias de salto largo, salto alto y carreras de vallas. Solo que eso dejó de suceder cuando entró en la adolescencia.

-Pablo creció tarde -dice Gerardo San José, compañero de Squella y exatleta-. Era pequeño y cuando creció como que se puso patuleco. Aunque seguía teniendo condiciones, le empezaron a poner el apodo de "Cacharra", porque se puso más descoordinado. De repente daba unas zancadas enormes y otras pequeñas.

Pasó, entonces, lo que sucede con cualquier niño que gana y, de pronto, deja de hacerlo: Pablo Squella se alejó. Seguía yendo a entrenar, pero sin la regularidad o convicción de antes.

-A mí no se me va a olvidar jamás una conversación que tuve con él en el Estadio Nacional cuando tenía 16 años -dice su entrenador escolar, Víctor Martínez-. Él estaba nominado como reserva para una competencia de 400 metros. Pero no quedó en el equipo. Ahí yo le planteé que él, dadas las condiciones que tenía, debía tomar esto en serio. Y entrenar en serio.

Pablo Squella dijo que sí. A los 17 años, durante el verano, acompañó a Martínez y a un grupo de 15 atletas a una concentración en Pichilemu que duró un mes y medio.

Su regreso, como él recuerda, fue sorprendente: en 1980, batió el récord nacional de 400 metros vallas en Santiago. Fue la primera medalla de oro de su vida. Un año más tarde, en un Sudamericano adulto en Bolivia, se llevó una de bronce. En 1982, ganó oro en los Sudamericanos de Santa Fe y después completó los 400 metros planos en 46 segundos y 20 centésimas, en Santiago. Con esa marca llegó a ser el número uno del mundo juvenil en esa prueba. Pero cuando corría, Pablo Squella no veía a su familia en las tribunas.

-Cada uno tenía su vida -dice.

-Por motivos laborales nuestro padre no estaba presente. Pero mi mamá lo guio mucho. Yo supe de grande que, cuando iba a viajes, la mamá pescaba una micro y lo llevaba al aeropuerto. Y le recortaba todas las noticias donde lo mencionaban. Ella, incluso, compró una caja gigante para poner todas sus cosas, sus medallas -agrega su hermana, Loreto.

En la pista, Squella se hacía un nombre a nivel sudamericano en la prueba de 400 metros vallas. Pero fuera de ella, su entrenador, Víctor Martínez, hacía otros cálculos:

-Necesitábamos que hiciera 13 pasos entre cada valla. Pero Pablo no podía hacerlo, porque no tenía el porte. Años más tarde se le derivó hacia los 800 metros.

Una prueba de 800 metros es una carrera táctica que consiste en dos vueltas a la pista atlética: en la primera se estudia a los competidores y en la segunda, los corredores buscan separarse del pelotón y rematar a toda velocidad. Más que una prueba de fondo, los 800 metros son una carrera de velocidad prolongada.

-Los 800 metros no me gustaban mucho porque era demasiado desgastante -recuerda Pablo Squella-. Llegaba a la meta extenuado. Pero corría fácil, tenía...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR