Más de mil hombres ingresan al año a centros para erradicar su violencia hacia la mujer
El joven no llegó motu proprio , sino porque ella, cansada de soportar este maltrato que también afectó a su hijo, se atrevió a denunciarlo y a pedir una medida de protección en los tribunales.
En este centro para hombres que ejercen violencia de pareja (los llaman HEVPA), del Sernam en convenio con la Universidad Santo Tomás, José encontró una oportunidad de reeducarse a sí mismo y cambiar. Tras un año de trabajo con apoyo de un equipo de especialistas, tomó conciencia de la dinámica en que estaba enfrascado y se convirtió en uno de los "egresados exitosos", al lograr desterrar el uso de la violencia y aprender otras formas de solucionar los conflictos.
No es una ruta fácil y no todos perseveran. El desafío es complejo, advierten en el Sernam, porque se trata de una "reeducación social" y modificar algo aprendido en la formación de la persona. No obstante, enfatizan que siempre el foco es prevenir la violencia contra la mujer y este plan se integra como un "complemento", dice el psicólogo Rubén Arenas, encargado nacional del tema en el Sernam.
El plan partió en seis regiones en forma piloto y desde 2012 se extendió a todo el país. En 2014 ingresaron 1.168 hombres a los 15 centros.
No es para todos
En todo el país la demanda ha ido en aumento: en algunas regiones más de la mitad de los hombres llegan enviados desde los tribunales, mientras el resto proviene de centros de la mujer, de consultorios y las propias redes del Sernam. También se da el caso de muchos que se acercan en forma espontánea, con voluntad de "reeducarse", cuenta Arenas. Precisa que no es "una terapia", ni "tratamiento", ni se los considera enfermos, aunque sí se ocupan algunas técnicas psicoterapéuticas en el trabajo grupal participativo que guía una dupla de profesionales, siempre un hombre y una mujer.
Tras un periodo entre 9 meses y un año de sesiones grupales de dos horas -una o dos por semana-, egresan habiendo experimentado cambios sustanciales. Luego serán seguidos durante un año, para monitorear que no reincidan en los tipos de violencia que ejercen hacia la mujer, ya sea la física, psicológica, económica y sexual (ver recuadro).
Pero no todos califican para ser atendidos. Se excluyen a personas con trastornos psicopáticos, condenados por violación, abuso sexual de menores, adictos a drogas y quienes estén cuadros depresivos, que deben acudir al sistema de salud.
"Los hombres que carecen de empatía respecto del daño causado son personas que no van a generar un...
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