Merkel entra en una semana decisiva para formar gobierno y poner fin a la crisis política
La plana mayor de la conservadora CDU se reunió ayer en la capital alemana para analizar posibles escenarios venideros, siete días después del fracaso de la Canciller para formar su cuarto gobierno en alianza con los liberales (FDP) y Los Verdes. A puerta cerrada, la cúpula de la formación puso especial atención al encuentro que, junto a sus hermanos bávaros socialcristianos (CSU), mantendrán el jueves con el líder del SPD, Martin Schulz.
Por expresa petición del Presidente del país, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, los partidos que gobernaron los últimos cuatro años volverán a sentarse a la mesa para explorar las posibilidades de seguir juntos. Al menos logró que Schulz cambiara su discurso el viernes y aceptara dialogar, luego que desde las elecciones de septiembre se había negado categóricamente a firmar una nueva alianza con Merkel como socio menor.
De todos modos, el ministro de Exteriores y ex presidente del SPD, Sigmar Gabriel, advirtió ayer que su partido no da por hecho que vaya a reeditar la "gran coalición". "Nadie puede decir si la 'gran coalición' se formará o no. Eso no lo sabe nadie", indicó.
El deterioro que les produjo a los socialdemócratas haber sido los socios minoritarios en el último período fue clave en su histórica derrota en los recientes comicios (20,8%). "El SPD está en caída libre. La CDU no le permitió llevar a cabo su verdadera política y el SPD tampoco se atrevió a insistir en ello", comentó a "El Mercurio" Gero Neugebauer, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
Pero los socialdemócratas tienen ahora en sus manos la posibilidad de desatascar el bloqueo político. Si hay consenso entre los partidos es respecto del rechazo de Steinmeier a las otras cartas que se barajan para crear un nuevo Ejecutivo: que la CDU forme un gobierno en minoría, lo que amenaza con generar gran inestabilidad, o convocar nuevas elecciones, que no podrían ser antes de marzo del próximo año.
"En lo que todos estamos de acuerdo es en que no es una buena idea decir a los alemanes que nuestra pretensión de la democracia es que voten todas las veces que haga falta, hasta que el resultado se ajuste a nosotros", destacó ayer Sigmar Gabriel.
Y es esencial avanzar. El fracaso vivido la semana pasada no solo creó un incierto escenario en la primera economía europea, sino que provocó una abrupta caída en el respaldo popular de la Canciller. En los últimos días, cuando Merkel debía estar celebrando sus 12 años en el poder, el apoyo...
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