Máximo, ante la encrucijada del alejamiento 'K' del poder - 8 de Abril de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 564044414

Máximo, ante la encrucijada del alejamiento 'K' del poder

LA NACIÓN / ARGENTINA / GDA

Era inevitable. Tarde o temprano Máximo Kirchner tenía que salir a la superficie y abandonar el altar inaccesible desde el que ejerce su ministerio sin cartera. El mito construido alrededor de su figura -su influencia silenciosa, su fino instinto de estratega- se sostuvo hasta ahora en los lazos de sangre con las dos personas que mandaron en la Argentina durante los últimos 12 años: su padre, el fallecido ex Presidente Néstor Kirchner, y su madre, la actual Mandataria Cristina Fernández.

En cuanto se rompa el cordón umbilical con la Casa Rosada, Máximo quedará frente al espejo: un hombre de 38 años sin formación académica, cuyo único trabajo conocido consistió en gestionar la fortuna de sus padres y que en sus ratos libres creó una agrupación de militantes, La Cámpora, a la que su madre, la Presidenta, le abrió todas las puertas del Estado.

Un líder que habló una sola vez en público y a quien no se le conocen ideas sorprendentes; que se refiere a sí mismo en tercera persona y que heredó la pasión familiar por denunciar conspiraciones.

La etapa que viene lo empuja a la batalla electoral de los comicios generales del próximo 25 de octubre. Le toca ponerse a prueba. Los muchachos de La Cámpora -poderosos, con la caja llena para hacer campaña, pero incapaces de construir candidaturas detectables en las encuestas- claman que compita "por cualquier puesto".

Máximo porta el kirchnerismo en el ADN, una condición inmejorable para defender los ideales del "modelo" cuando un nuevo gobierno asuma pronto. Extraño caso de una revolución que se nutre de ensoñaciones monárquicas.

La irrupción del hijo presidencial hace juego con el plan de Cristina para retener poder después del 10 de diciembre. Ella dio ya por cerrado el escándalo, las denuncias y la muerte del fiscal Alberto Nisman, y se dispone a redactar las listas de candidatos que deberá aceptar cualquier oficialista que aspire a sucederla. Las encuestas muestran que sus apoyos no bajan del 40%: ningún apóstata debe...

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