Marfán advierte 'exuberancia irracional' frente a últimos datos de crecimiento y gasto
Este año partió con grandes cambios en la vida de Manuel Marfán Lewis. El ex ministro de Hacienda, el primero del Partido Socialista tras el retorno a la democracia, pasó un verano lleno de vida social por la visita de sus familiares que viajaron desde Francia, Perú y Brasil para el matrimonio de su hija. En Papudo, los novios celebraron una ceremonia sin demasiados invitados, donde Marfán optó por no convidar a nadie del círculo de amigos que ha forjado a lo largo de su vida privada y profesional: "Al principio negocié un cupo de dos mesas, veinte personas, que en la práctica son diez parejas. Es una complicación invitar a diez para mí". Para no herir a nadie, decidió entonces no incluir a ninguno.
Hace poco, también se enteró de que en septiembre será por primera vez abuelo: "un nieto francés" de su hijo con su pareja de esa nacionalidad. A todos los cambios familiares se suma que en diciembre termina su período de diez años como consejero del Banco Central, institución de la que actualmente es vicepresidente. "Esta es una emoción anunciada. Son todas buenas noticias", señala.
-¿Es una buena noticia dejar el Banco Central?
"Sí, porque se cumple una etapa. Siempre es bueno terminar lo que se empieza".
Este doctor en economía de la Universidad de Yale se movió en esta entrevista de la misma forma en que lo ha hecho públicamente en estos diez años: con mucha libertad para hablar de temas que otros consejeros prefieren evitar, considerando el enorme peso que la sociedad da a sus opiniones. Como socialista y asesor -antes del consejo- que estuvo muchas veces en Venezuela, evaluó la situación de ese país tras Hugo Chávez: "La riqueza que tienen del petróleo es una bendición y una maldición, las dos cosas. Si uno mira el PIB (Producto Interno Bruto) a precios constantes, sin considerar la renta del petróleo, la productividad que tienen es menor a la que mostraban hace 30 años", sentenció.
Tampoco dejó sin contestar la pregunta de cuál es el color político de quien debería sucederlo en el consejo del Banco Central. Solo cuando llegó a la coyuntura macroeconómica, demoró un poco más en elegir sus palabras en contraste con la fluidez con la que habla de los aspectos políticos.
Esta semana se supo que la actividad económica creció 6,7%, un dinamismo que sorprendió a todo el mundo, y frente a este cuadro hacemos una primera pregunta casi obvia:
-¿ El último Imacec no muestra que la economía está sobrecalentada?
"El Imacec es para un mes, y Chile es...
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