Mairée Uran
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Mairée Uran
Es una de las mujeres fuertes del
arbitraje internacional en nuestro
país, y actualmente se desempeña
como coordinadora del Programa de
Defensa en Arbitrajes de Inversión
Extranjera, de la Subsecretaría de
Relaciones Económicas
Internacionales del Estado de Chile.
En esta entrevista nos cuenta sobre
su experiencia profesional, los
desafíos que enfrenta nuestro país
en la materia, y los avances que esta
área de práctica ha experimentado
en los últimos años en Chile.
De nacionalidad colombiana, y con estudios
en prestigiosas universidades de Francia y
Estados Unidos ¿Cómo es que terminas en
Chile, a cargo de la defensa de los intereses
del Estado en la arena internacional?
Tengo la suerte de contar con una triple
nacionalidad Colombia, francesa y uruguaya,
lo que me ha facilitado tener una carrera
internacional. Tras terminar mis estudios de
pregrado en derecho y maestría en Francia, y
realizar un LLM en Estados Unidos, mi primera
experiencia profesional fue en Washington DC,
como asociada del estudio jurídico White &
Case LLP, en la práctica de arbitraje
internacional.Fue una experiencia muy
formadora que no solamente me mostró la
importancia de la disciplina y el rigor en la
práctica del derecho y la importancia de ser
minucioso y detallista en la presentación de
cualquier producto, sino también me permitió
tener una primera aproximación a la defensa
de los Estados en los arbitrajes de inversión,
pues mi primer caso fue como parte de la
defensa de la República de Perú en un caso
en el sector energético.
Tras casi 5 años en el Estudio, quise entender de
primera mano el proceso de toma de decisiones
de los arbitrajes de inversión, y me incorporé al
Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones (CIADI), del Banco
Mundial, primero como consejera legal y
posteriormente como encargada de uno de los
equipos legales.
En el CIADI, además de estar rodeada de un
grupo de profesionales de primera categoría y
tener un verdadero entendimiento del fondo de
la materia y de la jurisprudencia, me hizo darme
cuenta que uno de los desafíos crecientes que
estaba enfrentando el sistema de solución de
controversias inversionista-Estado, era la
necesidad de que los Estados tomaran un
mayor protagonismo y control en la solución de
sus controversias en materia de inversión
extranjera, y del rumbo del sistema en su
integralidad. En ese sentido, una adecuada e
integral defensa de cualquier Estado en los
arbitrajes de inversión, debe contar no sólo con
buenos asesores jurídicos sino también con una
estructura institucional que se encarguede
establecer una coordinación eficaz entre las
entidades estatales involucradas en la disputa,
supervise a los asesores jurídicos externos y le
haga seguimiento de manera temprana a
potenciales disputas para prevenir un
escalamiento de conflictos que puedan ser
resueltos por otros medios menos onerosos que
el arbitraje de inversión.
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