Macarena Ponce de León: 'Chile llegó a ser uno de los países occidentales con mayores índices de mortalidad infantil'
El campo de investigación de Macarena Ponce de León ha sido la historia social y política de Chile durante los siglos XIX y XX. Esta historiadora nacional se ha especializado en el estudio de las relaciones entre sociedad y Estado a través de la caridad privada y beneficencia pública. La docente del Instituto de Historia de la UC es autora, entre otros volúmenes, de "Gobernar la pobreza. Prácticas de caridad y beneficencia en la ciudad de Santiago, 1830-1890" (Centro de Investigaciones Barros Arana, Editorial Universitaria, 2011).
Desde esa experiencia y profundizando en el contexto histórico, la profesional se explaya en torno al número muy abundante de orfanatorios a mediados del siglo XIX.
"Chile llegó a ser uno de los países occidentales con mayores índices de mortalidad infantil. Asimismo, la presión demográfica en la ciudad asoció pobreza a vagancia, y muy pronto también a delincuencia. Fue entonces cuando se inició la multiplicación de asilos, escuelas-talleres y asociaciones para atender a los niños, con el doble objetivo de alimentarlos y educarlos antes de que su proletarización deviniera en un peligro social. Entre 1840 y 1900 se fundaron más establecimientos dedicados a la protección de la infancia que en todo el período colonial. Trece instituciones fueron levantadas en la capital, iniciándose la creación de casas de expósitos en las principales ciudades del país", expresa.
Un torno ocultaba la identidad de la madre
Ponce de León considera que estas asociaciones se formaron al alero de un modelo europeo propio de la renovación de las prácticas caritativas en el siglo XIV para enfrentar el aumento de la circulación de la infancia. "Ese esquema dejaba la administración de los asilos en manos particulares, corporaciones, cofradías y, a partir del siglo XVI, en congregaciones religiosas de vida activa, misioneras, hospitalarias y educacionistas, para las cuales su vínculo con el mundo exterior al convento era la caridad. A partir de 1850 se produjo en Chile el arribo masivo de este tipo de congregaciones. El gobierno de Manuel Montt delegó la atención directa de los niños en las Hermanas de la Providencia, secundadas por la Junta de Beneficencia en la administración de la Casa de Expósitos. A partir de 1855, las religiosas fundaron la Casa de la Providencia en las afueras de la ciudad (en lo que hoy es la comuna de Providencia, de ahí su nombre), con el objetivo de reunir en un solo lugar a todos los niños para educarlos. Sin...
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