López Obrador, a punto de convertirse en el primer Presidente de la izquierda en México - 24 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 729687525

López Obrador, a punto de convertirse en el primer Presidente de la izquierda en México

Andrés Manuel López Obrador está a punto de cumplir su sueño y el de una izquierda mexicana que asegura que ya dos veces antes le robaron la Presidencia (1988 y 2006). Es su tercer intento por llegar a Los Pinos y el líder izquierdista, el mismo que se tomó varias veces el Zócalo de la capital para protestar por fraudes electorales (en los 90 y el más famoso en 2006), el mismo que partió como dirigente social, que movilizó a los campesinos, que alguna vez se atrincheró en los pozos petroleros; habla distinto, está más calmado. Está seguro.

"Serénense", les dijo a sus rivales en el último debate. "Yo qué culpa tengo de que ustedes estén empatados hasta abajo (en las encuestas) y piensen que aquí van a remontar 30 puntos que les llevo. Yo entiendo que estén desesperados, pero serénense".

Con todas las precauciones que se puedan tomar ante la volatilidad de los electores, los sondeos lo muestran con una diferencia prácticamente insuperable -aunque levemente menor que la que él se atribuye- para la única ronda de las elecciones presidenciales del próximo domingo, que se definirá por mayoría simple de los votos (ver infografía).

Su ascenso electoral viene de la mano con un cambio cultural, de una ciudadanía cansada de tolerar la corrupción sistémica en la clase política y del problema de la violencia proveniente del narcotráfico, comenta a "El Mercurio" Alberto Olvera, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana.

Y aunque él ha sido político desde fines de los 70, cuando era un veinteañero afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su natal Tabasco, es de cierto modo un outsider . Construyó su carrera desde allá -donde algunos le dicen Lesho , el sobrenombre local para Andrés- aferrado a movimientos sociales, apoyándose en ellos para reclamar por lo que consideró injusto (desde despidos en la industria petrolera hasta fraudes electorales) y exigir transparencia a las clases gobernantes en la era hegemónica del PRI; aunque cuando él estuvo al frente del Distrito Federal (2000-2005) fue esquivo con la rendición de cuentas. En esa gestión, el tabasqueño puso acento en políticas sociales y en algunas obras públicas, subió impuestos y bajó el gasto en burocracia. Pero el rendimiento económico del DF empeoró: cayeron el crecimiento y los empleos formales y creció 19% la deuda pública real (como porcentaje del PIB, no obstante se redujo en medio punto).

La imagen del político que se hizo...

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