Ser más libre - 15 de Mayo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 569791934

Ser más libre

Han pasado cinco meses desde que Cuba y Estados Unidos anunciaron que terminarían su larga guerra fría, pero el Presidente cubano, Raúl Castro, sigue tomando sol en el resplandor. En su regreso a casa desde Rusia esta semana se detuvo en el Vaticano para ver al Papa, y dijo que podría volver a la Fé Católica. Más adelante François Hollande hizo la primera visita de un Presidente francés; se le concedió una audiencia con Fidel Castro, el convaleciente hermano de Raúl, que lideró la revolución en 1959 y gobernó hasta 2008.

Pero debajo de la afabilidad se encuentra la inquietud. Los revolucionarios cubanos han pasado medio siglo culpando al embargo estadounidense de todos los males de la isla. Ahora se resisten al capitalismo de Estados Unidos por miedo a ser sobrepasados. El resultado para los cubanos comunes no es demasiado cambio, sino muy poco. La isla es más pobre muchos de sus vecinos. Los doctores ganan sólo US$ 60 mensuales, luego de un aumento salarial de 150%. Hay escasez de alimentos y productos básicos. Los balseros aún huyen a las costas de Florida.

Cuba merece una democracia adecuada y una economía basada en un mercado sólido. Tristemente, eso es muy difícil que suceda pronto. Algunas cosas están cambiando. Alojamientos privados, restaurantes, peluquerías y similares han empezado a florecer, creando la semilla de una clase media emprendedora. Pero si los cubanos han de beneficiarse de la apertura con Estados Unidos, sus gobernantes necesitan reformar con más audacia y celeridad de lo que lo han hecho hasta ahora.

Un cóctel de la reforma

¿Dónde empezar? Cuba debiese comenzar por abrir muchos más sectores a la empresa privada. Actualmente, los cubanos pueden trabajar "independientes" en 201 actividades (incluyendo la lectura del Tarot), pero muy pocos que requieren un título universitario. En lugar de una "lista positiva" de las actividades privadas permitidas, el gobierno debiese publicar una lista negativa que reserve sólo algunas para el Estado. Todas las otras entonces, debiesen abrirse a la iniciativa privada, incluyendo a profesiones como arquitectura, medicina, educación y las leyes. Los nuevos burgueses son potenciales clientes para servicios profesionales; a raíz de eso la demanda se expandiría a la clase media.

La liberalización es urgente en el mercado mayorista. Actualmente empresas como restaurantes están obligadas a comprar sus insumos en supermercados manejados por el estado, donde hacen las...

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