Ley de Presupuestos 2021: sólo el inicio
| Autor | Macarena García |
| Cargo | Economista Senior de LyD |
| Páginas | 14-15 |
libertad y desarrollo | lyd.org
El 30 de septiembre pasado ingre-
só al Congreso para su tramitación el
proyecto de ley de Presupuestos para
el 2021. Tal como se esperaba, esta
ley cumple con lo acordado en junio
pasado en el “Marco de Entendimien-
to para un Plan de Emergencia por la
Protección de los Ingresos de las Fami-
lias y la Reactivación Económica y del
Empleo” entre el Gobierno y la mayoría
de los partidos políticos representados
en el Congreso. Así, contiene un gasto
total para el 2021 similar al estimado
para este año (0% de crecimiento), pero
con recursos adicionales destinados a
enfrentar la crisis económica generada
por el Covid.
La única forma de conjugar ambos
elementos fue a través de un mejor
gasto público, esto es, a través de la
revisión, priorización y reasignación de
los gastos ineficientes -como aquellos
destinados a actividades obsoletas o
que son improductivas- hacia iniciati-
vas que requieran de financiamiento
público en el actual contexto de crisis
económica. Así, producto del esfuer-
zo de reasignación, bajo este ejerci-
cio presupuestario se lograron liberar
US$ 2.270 millones -equivalentes al
3,1% del gasto de la Ley de Presupues-
tos del 2021- de los cuales US$ 742
millones provienen de la revisión de
programas y US$ 1.528 millones de
ajustes administrativos, priorización
y otros. De los US$ 2.270 millones, el
75% (US$ 1.691 millones) se destinaría
a fortalecer programas bien evalua-
dos y/o prioritarios para la ciudadanía,
mientras que el 25% restante (US$ 579
millones) se destinaría a la creación de
fondos especiales, los cuales estarían
orientados a financiar medidas transi-
torias requeridas para la crisis asocia-
da a la pandemia.
Sin desconocer el gran esfuerzo reali-
zado en este proceso presupues-
tario, hay un porcentaje importante
del gasto público, estimado entre
60 y 70%, que no fue objeto de este
proceso de revisión por estar defini-
do por diversas leyes permanentes.
Institucionalizar el mejor gasto público
también requiere someter a revisión y
reasignación aquellos gastos conside-
rados como rígidos.
La importancia de este ejercicio de
reasignación radica en la urgen-
cia de contener el gasto fiscal de
forma de acotar el crecimiento de la
deuda pública, la cual ya se ha multi-
plicado por 9 en algo más de una
década -al pasar de 3,9% del PIB en
2007 a 36,4% en 2021- producto de
una política fiscal donde los gastos
se han ubicado permanentemente
por sobre los ingresos. Desde esta
perspectiva claramente los gastos
permanentes no están siendo finan-
ciados con ingresos permanentes.
Continuar con un ritmo de crecimien-
to del gasto como el observado en
los últimos años (en torno a 4% real
promedio), hará que la deuda fiscal
crezca exponencialmente, llevándo-
la incluso a niveles por sobre el 70%
del PIB, repercutiendo negativamen-
te en el gasto público, en la econo-
mía nacional y, por consecuencia, en
la ciudadanía.
Aun cuando algunos sectores no lo
quieran reconocer, esta dinámica de la
política fiscal y su efecto en la deuda
pública no son sólo cifras, sino que
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Ley de
Presupuestos 2021:
sólo el inicio
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