El lago que puede renacer - 16 de Mayo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 866812577

El lago que puede renacer

S i las fuerzas de la naturaleza no hubieran dicho lo contrario, quizás hoy no estaríamos aquí, solos en este pozón de agua caliente cavado en la arena, mirando cómo el sol de la mañana hace resplandecer las aguas azules del lago Rupanco y un par de nubes se pasean sobre la escarpada cima del volcán Puntiagudo, uno de los más hermosos de la Patagonia.Quizás este mismo lugar en el que estamos ahora, las termas del Rupanco , no sería un punto remoto y escondido en la ribera norte del lago, solo accesible por lancha. Quizás tendría un muelle moderno, varios botes anclados y mucha más gente esta misma mañana habría desayunado en el hotel que alguna vez existió aquí, pero del que hoy solo sobrevive una pequeña cruz que se asoma entre los arbustos.Sí. Hasta 1960 aquí hubo un gran hotel, el Hotel de las Termas de Rupanco. Una construcción de tres pisos y 120 camas que por esos años auguraba un futuro esplendor para el desarrollo turístico de este lago situado en la precordillera de Osorno, justo entre los lagos Puyehue y Llanquihue. Pero esa historia terminó en tragedia.El 22 de mayo de ese año, el último gran cataclismo de la historia reciente arrasó con todo lo que había en este lugar, provocando devastadoras consecuencias de las que apenas se sabe, ya que los estudios se han centrado principalmente en Valdivia, donde fue el epicentro.Ese domingo, pasadas las tres de la tarde, un gigantesco alud de tierra bajó desde los cerros y sepultó para siempre al hotel, las casas aledañas, los caminos que por entonces se construían y a más de 120 personas que se encontraban en distintos puntos del lago. Los relatos de la prensa y lugareños de la época -recopilados en el fundamental libro Las voces del lago , de Paz Neira, Josefa Reyes y Samuel Linker- son terribles: se dijo que más de 100 millones de metros cúbicos de tierra cayeron al agua, que el alud arrasó con cuadrillas de obreros, que gigantescos árboles se deslizaron cerro abajo, que familias enteras y sus casas fueron sepultadas por el barro, que se produjo una ola gigantesca que terminó por engullirlo todo y que, al día siguiente, cuando se pudo salir a recorrer, las pampas estaban tapadas de salmones que habían sido arrojados violentamente hacia los campos.Entonces, la promisoria historia turística del lago Rupanco se cortó de raíz, y este lugar terminó convertido en lo que ha sido hasta ahora: una zona de producción agrícola y ganadera, pero por sobre todo, un destino oculto y reservado en el que principalmente santiaguinos han construido exclusivas casas de veraneo, las que siguen proliferando.Si el turismo convencional quedó olvidado tras el terremoto de 1960, eso ahora podría comenzar a cambiar. Tras más de cinco décadas de espera, ya existe un camino vehicular hasta el sector Las Gaviotas , la última localidad en el extremo sureste del lago -a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR