Introducción
| Autor | Alejandro González Tapia |
| Cargo | Ingeniero Comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez y Magíster en Políticas Públicas y en Economía de la misma universidad. Se desempeña como economista y cientista de datos en el Ministerio de Desarrollo Social y Familia y es docente de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad Diego Portales. |
| Páginas | 5-6 |
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SERIE INFORME SOCIAL 199 / MARZO 2023
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Joe Biden, el actual presidente de Estados Unidos, pre-
sentó hace unos años un informe sobre la clase media
norteamericana que contenía la siguiente declaración:
“Las familias de clase media se denen más por sus as-
piraciones que por sus ingresos”1. En este documento
se presentaba a las familias de clase media como aque-
llas que aspiran a ser propietarias de una vivienda, un
automóvil, educación universitaria para sus hijos, salud,
seguridad sobre su jubilación y vacaciones familiares
ocasionales. Esta descripción contiene elementos inte-
resantes que van más allá de las similitudes que uno po-
dría trazar entre las clases medias de un país desarrollado
y uno como el nuestro. Tal como lo señala un reporte
del The Brookings Institution2, esta representación de
los sectores medios de la población utiliza elementos de
las deniciones de clase media basadas en el consumo y,
por ende, de los ingresos que deben tener estas familias
para disfrutar los bienes y servicios antes mencionados.
Sin embargo, una parte de la descripción no se encuen-
tra dentro de las deniciones clásicas que se utilizan
para identicar a la clase media. Las aspiraciones de un
grupo pueden ser difíciles de caracterizar en términos
de ingreso, gastos, ocupaciones laborales o nivel educa-
cional de sus miembros, dimensiones que se han utili-
zado comúnmente para describir a las capas medias de
la sociedad.
Las dicultades técnicas de la caracterización anterior
son ejemplos útiles si se desean representar los proble-
mas de denir a la clase media. Con el n de minimizar
estos inconvenientes, parecería una buena idea acudir a
trabajos académicos que enuncien rigurosamente los re-
quisitos que deberían cumplir las familias e individuos
para pertenecer a este subconjunto de la población.
Aunque esta dirección nos podría entregar pistas sobre
las dimensiones relevantes, también podríamos termi-
1. INTRODUCCIÓN
1. White House Task Force on the Middle Class, 2010.
2. Reeves et al, 2018
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