Intervencion urbana y desarrollo turistico: propuesta de un modelo de analisis en Centros Historicos. - Vol. 47 Núm. 141, Mayo 2021 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 869034280

Intervencion urbana y desarrollo turistico: propuesta de un modelo de analisis en Centros Historicos.

AutorReyes-Aguilar, Ana

Introducción

El modelo neoliberal hace referencia a una corriente económica capitalista asociada a políticas que apoyan el libre comercio, la reducción del papel del Estado, de los gastos públicos e impuestos, así como la intervención del sector privado a favor del crecimiento económico. La influencia de la política neoliberal, hoy imperante en todos los ámbitos, incluidas las políticas urbanas, es uno de los factores que inciden en la mercantilización del espacio urbano y en el creciente desarrollo del sector turismo en las ciudades, especialmente en sus Centros Históricos (ch), provocando el olvido del significado de la ciudad y de sus habitantes.

A nivel global, bajo el modelo neoliberal predominan ciudades cuya característica principal es que la mayoría de sus componentes son objeto de negocio y especulación. En el marco de esta mercantilización expandida que produce efectos de urbanización por despojo, se ha favorecido el desarrollo del negocio inmobiliario y las prácticas de renovación amparadas en herramientas legales de ordenación urbana, marcando el patrimonio urbanístico (Ponce, 2018; Rodríguez, Devalle & Ostuni, 2013). En este sentido y de acuerdo a la lógica de la política neoliberal, los ch son concebidos como espacios sujetos a transformaciones en las cuales los procesos evolutivos que se dan en la sociedad han generado posiciones opuestas a lo que sería una urbanidad digna. Esto es, una urbanidad que considere un uso del suelo de dichos espacios que responda a demandas y necesidades de la sociedad que van más allá del consumo mercantil.

De acuerdo con De las Rivas y Vázquez (2011), Gil y Briseño (2005) y Troitiño (1992), la intervención urbana en ch requiere una manera de entender la ciudad diferente de la encarnada en la ideología neoliberal, con la introducción de herramientas de gestión que permitan proteger y promover el valor universal excepcional de dichos espacios, su relevancia cultural y/o natural que trasciende fronteras nacionales. En este sentido, los componentes físico-arquitectónicos e histórico-sociales que sustentan la imagen urbana adquieren gran importancia, debido a que traducen el proceso de ajuste permanente entre realidad física y realidad socioeconómica que se da en las ciudades, adecuando el tejido urbano existente a las pautas de organización espacial de las diversas formaciones sociales.

Ormindo (2009) destaca que una de las funciones de los ch es sustentar la actividad turística como una estrategia para la dinamización económica. De ahí que la política urbana incida en los procesos de intervención urbana a través de proyectos de renovación, rehabilitación o mejora de las ciudades, especialmente de aquellos sitios que--como menciona Hanley (2008)--han sido tradicionalmente lugares que albergan actividad económica y cultural; lugares como los Centros Históricos, donde la cultura impacta las interacciones que dan forma a la actividad económica. Es así que la política urbana, además de ser uno de los principales instrumentos capaces de transformar tanto la vida social como el diseño de las ciudades, incide en la rehabilitación y utilización de los espacios urbanos y en la manera en que interactúan en ellos las organizaciones e instituciones, públicas y privadas. Es en esta línea que las políticas neoliberales, a partir de la política urbana, han impactado sobre la realidad urbana, modificando la forma de construir e intervenir las ciudades. Entre los numerosos resultados y efectos de tales intervenciones en el espacio urbano está la orientación de los Centros Históricos al mercado turístico, donde se observa la apropiación de los bienes materiales heredados para la implementación de productos y servicios, generalmente privados, que despojan a los comerciantes de su libertad de trabajo, conduciéndolos al trabajo informal en su propio espacio.

Considerando, entonces, que los Centros Históricos representan una porción importante de las ciudades, y que las transformaciones generadas a través del tiempo en materia de cultura y de patrimonio edificado han resultado en una relación tensa entre la explotación y la conservación del patrimonio de dichos sitios, es necesario fortalecer la visión de las políticas urbanas en el sentido de su intervención en las dinámicas sociales, económicas y culturales desde la percepción del patrimonio cultural y su valorización.

Esta investigación tiene como objetivo elaborar una propuesta de un modelo para el análisis de la intervención urbana y desarrollo turístico en ch a través de la política urbana, con la finalidad de identificar su incidencia en la dinámica urbana actual. El desarrollo del estudio se llevó a cabo mediante la revisión y análisis crítico del acervo bibliográfico de diversas revistas científicas y otros documentos relevantes sobre aspectos teórico-metodológicos en materia de intervención urbana, turismo y Centros Históricos. De esta manera, el documento se estructura a partir de un marco conceptual en materia de política neoliberal y política urbana, intervención urbana, turismo cultural y ch. Con ello se da lugar a la descripción del proceso metodológico y de los resultados que presenta el diseño de un modelo de análisis que pretende contribuir a la discusión de la relación política urbana-intervención urbana-Centros Históricos.

Neoliberalismo, factor determinante de la política urbana

El modelo neoliberal es una corriente económica que radica en el liberalismo clásico y que ha estado en curso desde la década de los años treinta, presentando su mayor apogeo en los años setenta. Se la asocia con políticas que implican apoyar a la economía a través del libre comercio, la reducción del gasto público e impuestos, además de promover la intervención del Estado en la economía a favor del sector privado, con influencia dentro de diversos sectores, entre ellos el ámbito urbano a partir de proyectos de intervención urbana.

De acuerdo con Harvey (2008) y Pradilla (2009), en la actualidad este modelo sigue presente, siendo sus ideales básicos el bienestar humano, el retorno de la economía de libre mercado, la maximización de las libertades empresariales, la reducción del intervencionismo estatal mediante derechos de propiedad privada y la desregulación de la economía, la reestructuración global de los procesos de trabajo, la modernización de la producción y las demás esferas de la actividad económica. Las ideologías y políticas denominadas neoliberales se desarrollaron rápidamente primero en el mundo occidental, con el impulso del gobierno norteamericano y los organismos financieros multinacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Como lo hicieron respecto de las estructuras económicas y sociales, las políticas neoliberales generaron, desde sus comienzos, impactos sobre la realidad urbana, pues transformaron significativamente la forma de construir las ciudades como respuesta a una serie de factores de la acumulación del capital y el fortalecimiento de los poderes fácticos. Impulsaron en el urbanismo una forma de mercantilización de la vida urbana y de fortalecimiento de las clases hegemónicas mediante la concentración de grandes inversiones públicas en las zonas más rentables para los sectores público y privado. En materias urbanas, el discurso sobre el beneficio de toda la sociedad y el interés público como norte de las corrientes neoliberales favorece en los hechos a los propietarios, desarrolladores inmobiliarios, promotores del turismo, entre otros actores sociales. Como resultado, el "embellecimiento" como modo de diseñar la ciudad y, consecuentemente, la construcción social del espacio público--entendido como lugar de identidad, percepción, recreación, consumo e interacción social--, dieron lugar a nuevas formas urbanas organizadas a partir de proyectos de renovación urbana y grandes centros comerciales (Delgadillo-Polanco, 2008; Filipe, 2013).

Para la concepción neoliberal de la sociedad, la aplicación de sus paradigmas generales a los temas urbanos aparecía como la mejor forma de aumentar el crecimiento económico o acumulación de capital; es decir, entregar la ciudad a los promotores y especuladores financieros resultaría en un beneficio para todos. Con ello, desde mediados de la década de 1980, la política urbana neoliberal concluyó que la redistribución de la riqueza a las barriadas, ciudades y regiones menos aventajadas era inútil, y que los recursos debían canalizarse hacia los polos de crecimiento empresariales más dinámicos (González-Hernández, 2009; Harvey, 2013; Ortiz, Tamayo, González & Villaseñor, 2017). De esta manera, la ciudad capitalista se convirtió en un constante proceso de socialización tanto de las fuerzas productivas como de los medios de consumo colectivo; además adquirió, para los propietarios del capital, un valor de uso general diferente al valor de uso específico de cada una de sus partes consideradas por separado. El producto de todo ello ha sido el continuo proceso de valorización del capital--es decir, el proceso único y diferenciado de la producción, circulación, intercambio y consumo de las mercancías--y de la ciudad. Concomitante a ello ha sido la conversión de las ciudades en blancos geográficos de políticas neoliberales, como el marketing territorial, la creación de zonas empresariales, la reducción de impuestos locales, el impulso a las actividades público-privadas y nuevas formas de promoción local, tanto para el crecimiento económico orientado al mercado como para las prácticas de consumo de las elites (Ornelas, 2000; Theodore, Peck & Brenner, 2009).

En el marco señalado, las políticas neoliberales continúan influyendo fuertemente en la política urbana y han generado diversas transformaciones en las ciudades, cambios que, más que favorecer a la población, dan lugar a la mercantilización del espacio, lo que implica diseñar la ciudad conforme a las necesidades del mercado. Tal es el caso de los Centros Históricos en México, los cuales representan...

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