'La idea de que el alumno solo puede comentar dos o tres palabras debe desaparecer del aula'
Esta vez el próximo destino del mexicano es Chile, donde fue invitado a participar como expositor en el VIII Seminario de la Red de Escuelas Líderes de Educación en Pobreza. El simposio se realizará el sábado 11 de julio en el Centro de Extensión de la Universidad Católica, y en la instancia se va a dar la bienvenida a los siete nuevos establecimientos que se suman a la red, que destaca la labor de colegios que educan con calidad en contextos vulnerables.
La red es una iniciativa nacida en 2008 y que impulsan la Fundación Minera Escondida, Fundación Chile, Fundación Educacional Arauco y "El Mercurio".
Intereses propios
Enfocado en descubrir qué prácticas traen mejoras académicas en el aula, Rincón Gallardo actualmente investiga tres modelos que considera exitosos: las Comunidades de Aprendizaje Mexicanas, el trabajo de la Fundación Escuela Nueva de Colombia y los colegios de la provincia de Ontario (Canadá), donde vive.
Mientras el primero se enfoca en la importancia de dar mayor libertad de acción a los estudiantes -pueden elegir qué temas quieren ahondar según sus intereses-, la propuesta colombiana toma como base la idea de que no todos los niños tienen el mismo ritmo de aprendizaje. Por lo mismo, estimula una pedagogía mucho más personalizada, con más diálogo y trabajos en grupo.
"Son varias las conclusiones sobre qué cosas funcionan, pero se pueden resumir a tres. Una es ser muy intencional en cambiar el vínculo entre maestros y estudiantes. Suena tonto, pero si miras muchas de las reformas educativas que se han hecho en el mundo, la mayoría se centra en cambiar currículos, agregar tecnologías, evaluar más a sus maestros y generar pruebas estándar. Se intenta cambiar la pedagogía con paliativos externos, pero no se toca el tema de cómo interactúan sus dos principales actores", indica el especialista.
Cambiar la relación entre el profesor y los alumnos significa para Rincón Gallardo dejar a un lado el concepto del profesor "que maneja todo el discurso de la sala y espera que los estudiantes solo den respuestas cuando él suelta preguntas. La idea de que el alumno solo puede comentar dos o tres palabras también debe desaparecer", agrega.
Para motivar a los alumnos con el aprendizaje, el mexicano sugiere que en vez de dictar materia, se proponga que los niños investiguen por su cuenta y entre todos después comenten aquello que descubrieron.
El rol del profesor en este caso es más parecido al de un tutor, una persona que está para guiar en...
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