Humo y secreto - 13 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 655403005

Humo y secreto

El atractivo de estos paraísos no está solo en lo tributario; también en que ofrecen un manto de opacidad que permite proteger las inversiones personales de la mirada de terceros. En pocas palabras, ofrecen humo y secreto.

En estos territorios, firmas de abogados y administradoras de fondos facilitan la creación de "sociedades cascarón" ( shellcompanies , en inglés) que se usan como vehículos de inversión, pero que no poseen activos físicos ni emplean trabajadores, y que tampoco generan producción.

Quienes entregan el servicio de creación de estas compañías en paraísos fiscales también ofrecen humo: un velo protector que hace difícil determinar quién es el verdadero dueño.

Para ello, nombran a directores fantasmas ("directores nominados"), quienes aparecen como representantes oficiales, y a "accionistas nominados" que son dueños virtuales -no reales- de la sociedad a través de fideicomisos. Y crean firmas detrás de firmas para hacer más difícil despejar el humo protector.

Al mismo tiempo, quienes proveen estos servicios garantizan el secreto de los bienes, las transferencias de dinero y, por cierto, la identidad de los dueños. Muchas veces ni siquiera indagan sobre el origen de los capitales o realizan auditorías.

El problema de estas estructuras es que suelen estar en un área gris: pueden ser perfectamente legales, pero no necesariamente legítimas, pues resultan particularmente útiles para quien quisiera permanecer escondido de sus obligaciones en los estados donde debiesen quedar cubiertos por la ley.

Por cierto son útiles para quienes trafican armas, drogas o personas, y para quienes reciben pagos ilegales. Pero también para quienes buscan esconder su riqueza de una ex pareja, hijos y, por supuesto, de la administración tributaria de su país de origen. En general, sirven a quien quiera encubrir su identidad e intenciones.

Los paraísos fiscales, con sus impuestos bajos y oferta de humo y secreto, han dado pie a un problema global de elusión tributaria. Erosionan las arcas fiscales y la progresividad de los impuestos al permitir que los súper ricos paguen proporcionalmente menos que quienes no tienen la posibilidad de crear estructuras complejas que evitan el escrutinio público.

También erosionan la confianza ciudadana cuando son las propias autoridades quienes utilizan estos mecanismos. Por ejemplo, David Cameron, entonces Primer Ministro británico, tuvo que publicar su declaración de impuestos una vez que se conoció, en el marco del...

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