Hombres: El nuevo sexo débil
-Existe una mentalidad en la que no es popular cumplir, o sea no es popular ser inteligente- sugiere Ivan Yip, director del Bronx Leadership Academy en Nueva York.
El primer colegio cobra 38.000 dólares al año y tiene un club de buceo; el otro sirve almuerzos subsidiados a la mayoría de sus alumnos, un cuarto de los cuales tiene necesidades especiales. Sin embargo, ambos están lidiando con el mismo problema: los adolescentes hombres están siendo dejados atrás por las niñas.
Hace algunas décadas, este problema habría sido inimaginable. Hasta los años 60, los hombres permanecían más tiempo y llegaban más lejos en el colegio que las mujeres, y era más probable que se graduaran de una universidad. Ahora, en los países desarrollados, y en un número creciente de países pobres, la balanza se ha inclinado hacia el otro lado. Los legisladores que alguna vez se inquietaron por la falta de confianza de las niñas en las ciencias, ahora pasan su tiempo tentando a niños malhumorados con copias de Harry Potter. Suecia tiene comisionado un estudio para investigar la "crisis de los niños" en el país. Australia creó un programa de lectura llamado "Boys, Blokes, Books y Bytes" ("Niños, hombres, libros e informática"). En solo unas pocas generaciones, se cerró una brecha de género, pero solamente para que se abriera otra.
Este giro está plasmado en el informe publicado el 5 de marzo pasado por la OCDE. Los niños dominan solo en matemáticas: a la edad de 15 años, están adelantados, en promedio, lo equivalente a tres meses de escolarización. En ciencias están bastante parejos. Pero en lectura, donde las niñas han llevado la delantera por un tiempo, ha aparecido un abismo. En cada uno de los 64 países y economías del estudio, las niñas consiguen mejores resultados que los niños. La diferencia promedio es equivalente a un año extra de escolarización.
¿xx > xy?
La OCDE plantea la alfabetización como la habilidad evaluada más importante, ya que futuros aprendizajes dependen de esta. Efectivamente, los adolescentes hombres tienen un 50% más de probabilidades que una mujer de fallar en obtener competencias básicas, ya sea en matemáticas, lectura o ciencias. Y estos jóvenes sin habilidades sobre las cuales construir conocimiento o con las cuales lucirse son más propensos a abandonar el colegio.
Para ver por qué hombres y mujeres tienen un rendimiento tan diferente en la sala clases, primero hay que mirar lo que hacen fuera de ella. El promedio de niñas de 15 años le dedica cinco horas y media a la semana a las tareas, una hora más que el niño promedio, quien pasa más tiempo jugando videojuegos y navegando por internet. Tres cuartos de las niñas leen por placer, comparado con un poco más de la mitad de los niños. Las tasas de lectura han ido cayendo en todos lados, a medida que las pantallas se llevan más miradas que las páginas, pero los niños se están rindiendo más rápido. La OCDE encontró que entre...
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