La historia secreta de Sebastián Sichel - 21 de Julio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 732984061

La historia secreta de Sebastián Sichel

No fui un hijo planificado, pero igual fui muy querido.Mi mamá quedó embarazada a los 17 años y me tuvo cuando tenía 18 recién cumplidos. Ella venía de una familia de clase media, vivía en Vespucio con Bilbao. Cuando se embarazó, la echaron de su colegio que era de monjas; terminó estudiando en el Fleming, igual que yo.Sobre la historia entre mi papá y mi mamá tengo dos versiones: en la de mi mamá, ella dice que tenían una relación. En la de mi papá, que supe mucho después, no había pololeo. Eran vecinos. Mis tías me contaron que, al saber del embarazo, mi abuelo fue a hablar con el papá de mi papá, pero él puso en duda la paternidad de su hijo. Mi abuelo se indignó y dijo: "Entonces, el papá de la guagua soy yo".Cuando nací me inscribieron como Sebastián Sichel, hijo natural.De estas historias en mi colegio habían muchas. Calculo que el 30 por ciento de los hogares eran de madres solteras. Pero en la élite no, son historias exóticas. Me di cuenta de que mi historia era exótica cuando entré a estudiar derecho a la Católica.Mi abuelo era un tipo que venía de unos papás profesionales, pero él no estudió y, de hecho, no terminó la media. Era comerciante. Administró un negocio, Los Ciervos; también tuvo taxis. Como era hijo y nieto de abogado, recibió herencias. Él quiso hacerse cargo de mí, pasarme por la libreta para criarme como su hijo, pero mi mamá dijo "este hijo es mío".Camino al colegio ella conoció a un personaje, Saúl Iglesias, que vivía en una casa rodante cerca de Vespucio con Bilbao. Él tenía 19, era hippie, de San Antonio, venía de una familia humilde. Dicen que era buenmozo, yo no lo recuerdo así. Era un loco de patio.Mi mamá se enamoró. Cuando se emparejaron mi abuelo no lo podía creer: se había embarazado y ahora se iba a casar con un tipo así. Pelearon.Saúl y mi mamá se casaron y él me reconoció. Decidieron irse a mochilear por Sudamérica y me sacaron escondido de Chile. Mi abuela dice que un día ella me fue a buscar al jardín y yo no estaba. Esto debe haber sido en 1981, porque mi hermana Banya Iglesias estaba recién nacida y yo tengo casi cuatro años de diferencia con ella.Tengo recuerdos duros de ese viaje. Me veo viajando en camiones con los vidrios quebrados. A dedo. En Sao Paulo vivimos en un edificio abandonado, junto a otras personas en la misma situación de pobreza y precariedad que nosotros. En mi recuerdo, tengo la cara llena de picadas de zancudos. Veo a mi mamá y Saúl, tomando, curados, y a mi hermana llorando.Mi mamá me dijo que no habíamos estado tanto en Brasil: ocho meses tal vez. Tampoco se acuerda mucho. Cuando volvimos nos instalamos en una carpa en Bahía Pelícanos, en Horcón. La relación de Saúl con mi mamá era mala. Había mucha droga y sobre todo copete, porque cuando hay pobreza es más el copete.Saúl nunca fue cariñoso conmigo, pero para ser justo, nunca me trató mal tampoco. No era una mala persona, solo tomaba mucho y no trabajaba. Me enseñó a pelar pescado con una piedra; eso para mí fue importante...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR