La historia de las pintoras olvidadas
De las más de 1.600 pinturas que se exhiben en el Museo del Prado, solo siete corresponden a obras de mujeres, según datos que entregó el museo tras una consulta del Huffington Post. La situación no es muy diferente en otros museos y en los libros de Historia del Arte. Para reparar en algo esta deuda es que el museo español, en su bicentenario, prepara una gran exposición que incluirá 60 obras realizadas por dos mujeres: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana.El interés por las pocas mujeres artistas en la historia ha resurgido en los últimos años, pero viene de hace algunas décadas. Tal vez el punto de inflexión lo marcó la historiadora feminista Linda Nochlin, quien en 1971 publicó su famoso ensayo "¿Por qué no han existido grandes artistas mujeres?", en que cuestiona el planteamiento "engañoso" de esa pregunta y sostiene que fueron los obstáculos institucionales -y no la falta de talento creativo- los que impidieron el desarrollo de más mujeres artistas.Investigaciones recientes han destacado, por ejemplo, la figura de Artemisia Gentileschi, nacida en Bolonia de padre pintor, cuyas pinturas -potentes y crudas- tributan a Caravaggio. El episodio que marcó la vida de Artemisia fue su violación a los 18 años por parte de su tutor de pintura Agostino Tassi. Artemisia llevó a juicio a su violador, debió soportar torturas y pruebas ginecológicas durante el proceso y logró la condena de Tassi. Su dramático cuadro "Judith decapitando a Holofernes" ha sido leído como una protesta ante la violencia masculina, aunque otras voces piden su valoración más allá del episodio de la violación.Ser hija de un pintor facilitaba en algo el camino para las pocas mujeres artistas que comienzan a surgir tras el fin del anonimato del artista medieval. Tener un progenitor permitía acceder en casa a un taller de pintura y no tener que salir fuera del hogar paterno en busca de formación. Anton Mengs, Tintoretto y Uccello tuvieron hijas pintoras. También alcanzaron algún reconocimiento en los siglos XVI, XVI y XVIII la escultora Properzia de'Rossi, Clara Peeters (una de las pocas en El Prado), la pintora Angélica Kauffmann y la holandesa Judith Leysner. En el siglo XIX asoman algunas más, como Rosa Bonheur y las impresionistas Berthe Morisot y Mary Casatt.Empobrecida y empeñosaLas vidas de Sofonisba y Lavinia rompieron con los estándares de sus épocas. Sofonisba Anguissola (1527?-1625) nació en Cremona, en el seno de una familia empobrecida de la pequeña nobleza que tuvo la desgracia de tener seis hijas -que requerían dote- y un solo hijo. Su padre era un hombre culto que captó su talento y se preocupó de darle buenos...
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