Hierven las campañas de Macri y Scioli, a una semana del balotaje
La caída del hasta entonces incombustible jefe de gobierno de Cristina Fernández fue la derrota más dura del kirchnerismo en la primera vuelta electoral, y aún duele. Es un día soleado en Lomas de Zamora, un municipio pobre de los que rodean la provincia de Buenos Aires, donde menos del 30% de sus habitantes tiene agua potable y alcantarillado. Macri y Vidal escuchan imperturbables, como si los gritos no hubieran subido de tono y tampoco vieran los panfletos de Scioli, que manifestantes tiran desde un bus.
A una semana del balotaje que pondrá fin a 12 años de mandato K, la escena grafica bien la guerrilla entre los votantes de Macri y los de Daniel Scioli, alimentada desde la Casa Rosada por la Presidenta Fernández y condimentada con múltiples episodios que anticipan las complejidades que tendrá el traspaso del gobierno, si se produce la alternancia que anticipan las encuestas.
"Desde que me metí en política, después de la crisis de 2001, siempre supe que podíamos estar mejor. Y sigo creyendo que podemos vivir mejor. Por eso en la campaña, desde el principio, fijamos prioridades: pobreza cero, terminar con el narcotráfico y unir a los argentinos", explica Mauricio Macri a "El Mercurio", cuando logramos preguntarle qué significa el "cambio" que promete.
-¿Eso significa un giro profundo en política y estilo, desde el primer día, en temas como el cepo cambiario o el manejo estadístico? ¿O aspira al gradualismo, a que un conjunto de mejoramientos paulatinos lleven a un nuevo estado de situación?
-El problema que tiene la Argentina es la inflación y la pérdida de confianza. El Gobierno mintió y destruyó la confianza, que es lo que mueve un país. Ahora el desafío es volver a crecer. Cuidando lo que tenemos, hay que dialogar entre el Gobierno, los empresarios, los gremios, las universidades, y encontrar los consensos para bajar la inflación, sacar los cepos y reactivar la producción y el empleo.
-Está siendo difícil para los intendentes de Cambiemos instalarse en sus nuevos cargos, hoy en manos del kirchnerismo. ¿Cree que algo así puede pasarle de llegar al gobierno?
-Como ya no pueden entusiasmar, mienten para generar miedo. Muestran problemas que ellos crearon, y quieren hacer creer que los necesitamos porque supuestamente son los únicos que los pueden resolver. Pero nosotros no entramos en el juego de ataques, tenemos propuestas. En la provincia, lo que parecía imposible se hizo realidad: la gente cerró la etapa del miedo y pensamiento único con el triunfo de María Eugenia Vidal. Pero aún falta lo más importante, ganar el 22, y vamos a seguir reafirmando que venimos a solucionar los problemas de la gente, no a crear nuevos.
-En lo internacional, usted es partidario de buscar integración entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico, pero ¿es posible ir más allá, explorar un mayor vínculo? Así como los países "bolivarianos" exhiben una fuerte coordinación, ¿cree que los que no adscriben a ese eje ideológico debieran desarrollar también una cooperación más estrecha?
-Mercosur es un proyecto estratégico, no ideológico. Pensar la integración en términos puramente ideológicos solo aporta rigidez, cuando necesitamos adaptarnos a las nuevas realidades del siglo XXI. De ahí nuestro interés por sincerar el Mercosur e impulsar una convergencia con la Alianza del Pacífico. Con Chile compartimos una de las fronteras más extensas del mundo. Podemos darle un nuevo dinamismo a la agenda bilateral en integración física, energética y comercial. Profundizar la dimensión bioceánica de la agenda de integración será una de nuestras prioridades, especialmente para potenciar a las economías regionales de las provincias limítrofes con Chile.
Scioli contra "el poder económico que quiere volver"
Al día siguiente, algo más al norte pero en la misma provincia que gobierna desde hace 8 años, Daniel Scioli (58)...
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