Cómo hacer que el agua no sea el freno al desarrollo - 3 de Agosto de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 579632422

Cómo hacer que el agua no sea el freno al desarrollo

Más demanda -por aumento de la población y creciente desarrollo productivo- se une al cambio climático y al calentamiento global que han alterado el ciclo hídrico que conocíamos. Y si se agrega un uso poco eficiente, se genera un cóctel que, guste o no, deja una proyección de futuro que, de no tomar hoy medidas, llevara a que las zonas del país que hoy cuentan con el recurso en relativa abundancia, enfrentarán situaciones como la que estos últimos años se vive en el centro. Y el centro, donde la falta de agua impacta la producción de varias regiones y la desertificación ya es una realidad, será cada vez más parecido al norte, donde los últimos años el recurso hídrico fue el gran ausente.

La pregunta obvia, entonces, es cómo hacer para que en los próximos años el agua no se transforme en un ausente que coarte el desarrollo productivo del país.

La respuesta es unánime: más allá que cambiar el Código de Aguas -aunque hay coincidencia en la necesidad de modernizarlo-, los distintos actores insisten en que lo urgente es adaptar lo que se tiene para hacer una gestión más eficiente del agua. Eso significa mejorar la institucionalidad, catalogada como deficiente.

"Entendida el agua como un bien nacional de uso público cada vez más escaso, es imprescindible para Chile contar con capacidad para investigar y medir el recurso, para generar información confiable, implementar una política de inversiones y gestionar el recurso con eficiencia. Nuestra institucionalidad es claramente insuficiente", plantea Carlos Estévez, director general de aguas del Ministerio de Obras Públicas.

"En Chile la institucionalidad está obsoleta, no es que esté mal, pero está atrasada respecto de lo que está sucediendo", indica Axel Dourojeanni, experto Senior en Gestión de Agua y Medioambiente de Fundación Chile y doctor en manejo e ingeniería de sistemas de recursos hídricos.

Al hablar de institucionalidad del agua, el experto se refiere a "cómo nos organizamos como sociedad para intervenir el sistema para alcanzar lo que necesitamos, que tiene que ver con los principios y fines del uso del agua: seguridad hídrica; equidad en el acceso, satisfacer las necesidades de los ecosistemas, abastecer a la población y satisfacer las necesidades productivas. Institucionalidad es todo lo que incluye las normas y las organizaciones para que esas intervenciones causen los menos conflictos posibles, tanto entre los distintos actores como en el medio ambiente".

El problema es que en torno a ella se movilizan distintos sectores -agrícola, minería, energía, construcción, sanitarias, medioambiente, comunidades- que la requieren con distintos objetivos, lo que tensiona aún más el sistema.

"El problema del agua es intersectorial. Tiene distintos usuarios y, por lo tanto, tiene muy dispersas sus necesidades", plantea Claudio Seebach, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Generadoras de Chile.

Desde la DGA, Carlos Estévez plantea: "Esta nueva institucionalidad debiera posibilitar una eficiente coordinación intersectorial dentro del marco de un plan nacional hídrico y de planes de gestión integrada del recurso a nivel de cuencas".

Para Patricio Crespo, presidente de la SNA, el principal escollo en el tema nace a nivel público, donde no se está mirando el futuro. "Cada repartición asume reactivamente su rol, apagando incendios, pero nadie los coordina y más grave aún, nadie está sistemáticamente precaviendo los desafíos del futuro".

Ministerio o subsecretaría

Uno de los principales problemas que rondan el agua, o más bien su administración es la gran cantidad de organismos que tienen alguna injerencia en el tema, 43 de acuerdo con el estudio de 2011 del Banco Mundial, que ejecutan más de 103 funciones.

"El sistema adolece deficiencias en la coordinación. Este es un bien nacional de uso público y, por lo mismo, tiene que tener una buena administración y un concepto de regulación fuerte", recalca el abogado Matías Desmadryl, ex director de la DGA.

De ahí que exista coincidencia en que la institucionalidad debe partir considerando una entidad que se encargue del tema a nivel macro, la que puede ser un ministerio o una subsecretaría, tal como ya se planteó en la política nacional hídrica que dejó el gobierno anterior, del ex Presidente Sebastián Piñera, lo que luego fue replicado en la propuesta de política presentada en este gobierno. "Contar con...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR