La guerrilla literaria de un chileno en Brooklyn - 7 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 559996622

La guerrilla literaria de un chileno en Brooklyn

-A ver, dónde está. Chuta.

La biografía de este escritor chileno es tan difícil de resumir como la intriga de alguno de sus libros. De Carlos Labbé se suele decir que es músico pop, guionista, coeditor en Sangría Editora y crítico literario en la revista electrónica Sobrelibros.cl. Que nació en Santiago y creció en las afueras de Rancagua, en un campo donde se plantaban almendros, a la orilla del río Cachapoal. Que se licenció en Letras con una tesina sobre Juan Carlos Onetti y que obtuvo un magíster con otra sobre Roberto Bolaño. Que Carlos Labbé es el marido de Mónica Ríos, también escritora y chilena. Que viven en Estados Unidos desde 2010, cuando ella comenzó a estudiar un doctorado. Alto, delgado, moreno, vegetariano, Carlos Labbé tiene 38 años y ocho libros publicados, contando una novela titulada La parvá, que llegará a Chile a fines de abril. De su escritura, los críticos han dicho que constituye "una de las grandes esperanzas de la literatura en español". Por lo menos, una de las grandes esperanzas de la literatura chilena, opinaba Fogwill, un año antes de morirse, cuando le dijo al periodista Roberto Careaga que Navidad y Matanza -su tercera novela- era lo mejor que se había publicado en Chile durante los últimos veinte años.

En ese sentido -el de la esperanza- era interesante ver a Carlos Labbé perdiéndose en su propio libro.

Estábamos hablando sobre Piezas secretas contra el mundo, que salió a la venta el año pasado a través de la editorial Periférica. Sentados en un banco de madera, en la antesala de un museo en Brooklyn, nos habíamos instalado ahí porque el lugar es silencioso, tiene cafetería y queda cerca de su casa.

Todavía con el libro en las manos, Labbé preguntó si había alcanzado a terminármelo. Era una pregunta clara y difícil. Yo creía que sí -por lo menos había llegado a la última página. Pero leerme el libro entero, lo que se dice terminármelo, no. Esto, porque Piezas secretas contra el mundo en realidad no es un libro, sino varios. Es cerca de mil seiscientos libros. Incluso podría llegar a ser infinitos libros, dependiendo de cómo uno cuente, me dice el programador que me ayuda a calcularlo.

La mecánica de esta novela es un cruce entre Rayuela, el libro de Cortázar, y esa colección Elige tu propia aventura. Al final de cada capítulo Labbé le plantea opciones al lector: remar hasta una playa negra, en la página siguiente, o saltar a la veintiocho, si elige hundirse al fondo de un lago. Por supuesto que implica un riesgo grande. Al usar esa mecánica, su novela podría haber sido tan decepcionante como aquellos libros de la colección Bantam, cuyos títulos prometen aventuras propias, que en la práctica se van enajenando al cabo de unas pocas páginas, tan pronto como el lector descubre que solo hay una o dos maneras de llegar al templo Maya. Elige tu propia aventura, pero como un parque con múltiples caminos donde está prohibido pisar el pasto.

Por eso era buena señal que Labbé pasara y pasara las hojas y al final no encontrara nunca esos párrafos; sentado en el banco de madera, era como estar viendo al que hizo un laberinto perderse ahí. Y no es que a su libro le falte cálculo. Igual que en los de la colección juvenil, en el suyo también hay intrigas perfectamente estudiadas. A una mujer se la acusa de haber quemado una biblioteca universitaria. Pero por qué la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR