Gobierno socialista francés aprueba por decreto una ley para liberalizar la economía
El gobierno socialista de Francia prefirió no arriesgarse y aprobar por decreto uno de los proyectos de ley más polémicos para la izquierda, ante el riesgo de que diputados de su propio partido lo hicieran fracasar: el de liberalización de la economía.
Gracias al artículo 49.3 de la Constitución que permite que el Jefe del Gobierno pueda ratificar una ley sin necesidad de la bendición de la Asamblea Nacional, el Premier, Manuel Valls, aprobó el texto, conocido como Ley Macron por el nombre del ministro de Economía, Emmanuel Macron.
La ley prevé la apertura de comercios 12 domingos al año, frente a los cinco que se les permite hoy -la medida más criticada por los socialistas rebeldes y los sindicatos-, la revisión de las tarifas que aplican desde jueces hasta notarios, la apertura de los transportes urbanos a la competencia y medidas para flexibilizar el mercado laboral, la vivienda y el medio ambiente (ver recuadro).
Valls explicó ante la Asamblea que la ley es "esencial" para la economía francesa. "Nadie nos hará retroceder", enfatizó. "La izquierda gobierna y debe asumir su responsabilidad", señaló.
"Nuestro país está contra la pared y el statu quo ya no es una opción. Necesitamos un nuevo respiro", agregó Macron, de 37 años.
Para el titular de Economía, la crisis en Francia, caracterizada por un crecimiento débil y un desempleo récord de más del 10%, se debe a una "falta de competitividad, la pérdida de la importancia económica del país, márgenes demasiado débiles y la falta de movilidad de la sociedad".
Sin embargo, los parlamentarios del PS críticos con la medida, que serían al menos 40, no estaban dispuestos a dar su brazo a torcer, por lo que el Presidente François Hollande convocó un Consejo de Ministros extraordinario que concluyó con la autorización a Valls para usar el decreto si lo creía necesario.
Y así fue. El proyecto se considerará aprobado en primera lectura en la Cámara Baja (aunque deberá continuar con su tramitación en el Senado), a menos que sea votada una moción de censura, presentada en las 24 horas siguientes por un mínimo de una décima parte de los diputados.
Eso es lo que buscará el primer partido de la oposición, la conservadora Unión por un Movimiento Popular, que lidera Nicolas Sarkozy, más para dejar en evidencia la división al interior del partido de gobierno que por un rechazo a las reformas. Por eso el ex Presidente puso en Twitter: "La verdad estalla a la luz del día: no hay ni mayoría ni gobierno".
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