De Fuego: EL VOLCÁN INSOSPECHADO - 17 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 728921201

De Fuego: EL VOLCÁN INSOSPECHADO

Algo así debiéramos estar escuchando ahora. Nos han dicho que en el camino de ascenso al Pacaya, un volcán activo de 2.550 metros, 30 kilómetros al sur de Ciudad de Guatemala, se puede oír el chisporroteo de su fumarola: la señal de que adentro el magma hierve a la espera de una gran explosión. Pero no escuchamos chrrrs, chrrs. Solo vemos una columna gris y ordenada que sale de la punta.

Nos han dicho que hay tramos del ascenso en los que es necesario afirmarse con las manos, y que lo mejor es usar zapatos de escalada. Pero no necesitamos las manos ni tampoco los zapatos. De hecho, los primeros 2,5 kilómetros de la ruta los hacemos en el pickup de una camioneta que nos deja donde termina la huella vehicular y solo se puede seguir a pie.

Nos han dicho que el lugar es helado, que llevemos cortavientos. Pero, a nuestro lado, los turistas pasan en short y polera. Es el mediodía del sábado 2 de junio, la temperatura marca 20 grados y lo que hacemos es una caminata que se extenderá por una hora a través de una huella estrecha y oscura, formada por campos de lava fría y rocosa acumulada de erupciones anteriores, en la que se hunden los pies y donde cada tanto hay que ir dejando pasar a un grupo de scouts que va a toda marcha, o a un par de gringos que recorre la ruta arriba de unos caballos famélicos; los mismos que, en la base del volcán, algunos niños arriendan voceando:

"¿Taxi? ¿taxi?".

Mientras avanzamos, hay que dar el paso sin mirar a la derecha, para no marearse con un acantilado pequeño, pero por el que no sería agradable resbalar. El aire se acaba con las zancadas cuesta arriba, pero las subidas no son muchas. El camino es más bien llano y, mentalmente, se va volviendo cada vez más estéril: nos han dicho que está prohibido llegar el cráter, que eso se hace en una caminata que dura cuatro horas y media.

Nosotros nos conformamos con llegar a un mirador, desde donde se ven, algo tapados por las nubes, dos discretos triángulos: los volcanes de Agua y de Fuego, a 30 kilómetros de nuestro propio volcán, el Pacaya.Mañana, a esta misma hora, el de Fuego estará en erupción. Arrasará con varias pequeñas localidades de los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango. Matará a más de 100 personas. Dejará sobre 200 desaparecidos y 1,7 millones de afectados. Y tendrá varias otras destructivas erupciones los días siguientes.Pero todo eso será a partir de mañana.

Ahora no hay explosiones ni incertidumbre. Ahora no hay reflexiones en torno a...

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