Está frío afuera - 16 de Agosto de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 647093121

Está frío afuera

Las partes más pobladas de Argentina se están asfixiando en verano y congelando en invierno. La familia Kirchner, que gobernó por una docena de años hasta 2015, mantuvo bajos los costos del bienestar. Un anterior gobierno fijó los precios de la electricidad y gas natural en 2002 para ayudar a la economía a salir de la crisis; los Kirchner apenas los elevaron. Como resultado, los argentinos pagan una fracción de lo que pagan sus vecinos por energía.

Pero han pagado de otras formas. Los subsidios a la energía subieron de 1,5% de gastos públicos en 2005 a 12,3% en 2014. En parte por tanta generosidad, el déficit presupuestario era de un preocupante 5,4% del PIB el 2015. Dado que la energía es barata, los consumidores la usan indiscriminadamente. Los cortes en verano pueden durar horas. Mauricio Macri, que sucedió a Cristina Fernández de Kirchner como Presidente, dijo que la crisis energética era la más compleja de las "muchas bombas" que ella le dejó.

Poco después de que Macri asumiera, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, dijo que podría rebajar la factura de subsidios de $16.000 millones a la mitad. Las tarifas de gas se cuadruplicarán para la mayoría de los consumidores; las de electricidad aumentarán seis veces. Las cuentas más altas llegaron a las casillas de correo de los consumidores en junio, durante el otoño más frío de Argentina en 60 años. Vino una reacción violenta. Protestas con cacerolazos, se llevaron a cabo en el país el 4 de agosto. Días después se realizó una marcha a la Casa Rosada.

Dos tribunales han bloqueado el alza de tarifas. La decisión final está ahora en manos de la Corte Suprema. El gobierno no puede permitirse perder. Las alzas de precios son parte vital del plan de Macri para restablecer la confianza en una economía debilitada por años de gasto imprudente, precios contraproducentes y controles regulatorios y nacionalismo económico. Comenzó su presidencia permitiendo la devaluación del peso, eliminando impuestos en las exportaciones de alimentos y buscando conseguir acuerdos con los tenedores de deudas que Argentina había incumplido.

Como era de esperar, el remedio ha sido doloroso. La caída del peso impulsó la tasa de inflación a más 30%, incluso antes de que las cuentas de servicios públicos subieran. El crecimiento, empleo privado y manufacturas han caído desde que asumió Macri. El FMI prevé que la economía se contraiga 1,5% este año. El acuerdo de Argentina con los tenedores de bonos aún tiene que...

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