El 'Frente del Pacífico', ¿un conflicto subestimado en el relato de la II Guerra?
Las capacidades militares de la Alemania nazi y el Imperio del JapónEn la Segunda Guerra Mundial, Alemania es esencialmente una potencia continental. La magnífica Marina del káiser Guillermo II fue destruida a fines de la Primera Guerra Mundial, y el breve período de rearme de preguerra no les permitió construir una marina oceánica realmente capaz, limitándose a las operaciones de "negación del mar" (solo reacción o respuesta) con submarinos y campañas de corso con unidades de superficie que oscilaban desde acorazados hasta buques mercantes disfrazados. La Alemana fue netamente una fuerza continental que se caracterizó por el empleo aplastante de fuerzas mecanizadas y aéreas en el contexto de la llamada Blitzkrieg ( Guerra Relámpago). Esto implicó un temprano desarrollo de sus fuerzas blindadas y aerotácticas, pero que a la vez llevó a descuidar el empleo estratégico del poder aéreo, careciendo de una fuerza de bombarderos pesados.
Pese a lo anterior, un aspecto relativamente poco conocido son los severos problemas que Alemania tuvo, sobre todo en la etapa inicial e intermedia de la guerra, en concentrar sus recursos industriales. La percepción de una victoria rápida llevó al régimen nazi a descuidar la administración industrial y, sobre todo, a desarrollar programas de sistemas de armas de elevada complejidad y que se adaptaban poco a las demandas de una guerra industrial de masas en dos frentes, como ocurría tras el ingreso de los Estados Unidos a la guerra. Esto llevó a que la producción regular de material no solo fuera inferior a la de los estados anglosajones, sino que incluso a la propia URSS, que poseía una base industrial muy inferior. Solo la concentración y el radical incremento de la eficiencia productiva de la mano de Albert Speer pudieron controlar estos problemas, aumentando dramáticamente la producción en los años 1944 y 45, pero para esas fechas las restricciones en acceso a materias primas, los constantes bombardeos aliados y la ausencia de tiempo impidieron a la afamada ingeniería alemana poder conseguir la victoria.
El poder de Japón
El caso japonés fue muy diferente. Como potencia aliada en la Primera Guerra Mundial, pudo sentarse a la mesa de los vencedores en Versalles y retuvo la totalidad de su capacidad industrial, así como su ya muy poderosa marina. Pero los términos del Tratado de Limitación de Armamentos Navales de Washington en 1922 implicaron una dramática modificación en sus perspectivas geoestratégicas. Japón, al verse colocado en tercer lugar entre las potencias navales mundiales, tras Gran Bretaña y los Estados Unidos, así como frustrado en sus exigencias de paridad en el tratamiento como súper potencia, emprendió rápidamente un proceso de autoaislamiento que concluyó en una mirada de conflicto inexorable contra Occidente. Esta perspectiva los llevó a desarrollar una marina de capacidades superlativas, con enormes innovaciones tecnológicas que solo pudieron ser conocidas a cabalidad tras el fin de la guerra. Ejemplo de esto fueron los dos mayores acorazados jamás construidos, de la clase Yamato de 72.000...
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