'Francia no puede tener una respuesta como la de George W. Bush en el 2001' - 15 de Noviembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 587236718

'Francia no puede tener una respuesta como la de George W. Bush en el 2001'

Tironi cultiva una estrecha relación con ese país, desde que realizó un doctorado en Sociología en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales y luego como académico en distintas universidades parisinas.

Sobre la reacción que tendrá Europa afirma: "Veo una respuesta de corte militar inevitable". Pero agrega que hay otras cuestiones a las que se les debe poner atención, como la búsqueda de un restablecimiento del orden estatal en naciones del Oriente Medio.

-Francia suele representar los valores de la libertad y la tolerancia. ¿Cómo interpreta las reacciones de apoyo a esa nación tras los atentados? ¿Hay un paralelo con lo ocurrido tras el ataque a las Torres Gemelas?

-Esto produce en todo el mundo una identificación con los valores que representa Francia. Por lo que el país no puede tener una respuesta como la de George W. Bush en 2001. La adhesión que se produjo con Estados Unidos tras la caída de las Torres Gemelas se disipó en cuestión de meses, por una mala reacción. Su error fue adoptar un discurso calcado al de Al Qaeda, de puros versus impuros, del mal versus el bien, que es el típico discurso del fanatismo religioso. Y luego inventó esta respuesta militar construida sobre bases inexistentes, como fueron las armas de destrucción masiva, que pasó por sobre la decisión de sus aliados y actuó unilateralmente atacando a Irak. Eso gatilló buena parte de lo que estamos viviendo hoy día.

-El país tiene una alta presencia de población musulmana. ¿Cuánto pueden afectar estos atentados a la convivencia de distintas religiones y de su realidad multicultural?

-Francia tiene una relación y una convivencia con el mundo musulmán que no es reciente. Cuenta con una población musulmana muy numerosa en su propio territorio y que a estas alturas forma parte de la propia nacionalidad francesa. Por lo tanto, a la sociedad francesa la golpea mucho la radicalización del islamismo, que es, en cierto modo, una captura del islamismo por parte de estos grupos nihilistas. La sociedad francesa es muy vulnerable entre comillas, porque es una sociedad muy abierta, muy tolerante. No es una sociedad policial ni de control, sino más bien de libertades. Por razones demográficas y culturales es un teatro muy favorable para estos grupos radicales, que lo que desean es precisamente demostrar su poder y la fuerza de su ideología, destruyendo a lo que estiman es su enemigo, que es el mundo occidental, el mundo moderno. En ese sentido, Francia era un blanco perfecto.

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