1954 en que se masificó el trabajo femenino - 20 de Mayo de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 511624670

1954 en que se masificó el trabajo femenino

Más allá de la compostura de sus protagonistas -todas vestidas primorosamente y con peinados de peluquería-, lo curioso era el tono del texto que acompañaba la selección de imágenes. Un par de párrafos que no podían ocultar su admiración ante un fenómeno que ahora, seis décadas más tarde, solo refleja un proceso natural y necesario. Pero entonces la idea de que señoras dejaran el hogar para ponerse a trabajar parecía una singularidad. Por lo mismo Zig Zag escribía: "Con aire enfadado, nuestras abuelitas reclaman: !Ah, los tiempos modernos¡ Los nuestros eran mejores... la mujer era solo de su hogar... Así exclaman, viendo a sus nietas dedicadas a diversas actividades".

Y luego la revista meditaba que muchas mujeres de comienzos de los 50 se habían visto obligadas a trabajar, y agregaba, como si se tratara de una justificación, que esta mujer: "no por ello descuida su hogar. Ella es siempre madre, esposa, y cuida a sus hijos con el esmero y la ternura que se anidan en el corazón de toda mujer".

Algunas de las que figuraron en esta selección fueron: Celia Claro de Wilshaw, la única mujer que se desempeñaba como corredora en la Bolsa de Comercio; la profesora de canto del Conservatorio Nacional de Música, Lila Cerda, y Mary Carey Bustamante, quien estaba a cargo de "Public Relations" del Hotel Carrera. También Mireya Puelma Manns, quien luego de ser finalista del concurso de Belleza Reina Nueva Zig Zag, había empezado a trabajar como secretaria del estudio fotográfico de Juan Carlos Fabres. Y las hermanas Rosa y Marta Claro Velasco, quienes tenían una sombrerería que, aseguraba la publicación, representaba "en Santiago lo que en París, Rose Valois o Maud et Nano".

Zig Zag repetía majaderamente que ellas habían comprendido "un nuevo papel: es la colaboradora del hombre, compañera ideal, que comparte los mismos afanes, las mismas preocupaciones".

Lo que no explicaba el texto es que más que por independencia y desarrollo personal, algunas de estas mujeres habían optado por el mundo laboral por necesidad.

Al menos ese era el caso de Teresa Langlois de Matte. Una madre de cinco hijos quien en 1953, luego de quedar viuda de Aníbal Matte Pinto -político liberal y canciller durante el gobierno de Gabriel González Videla-, abrió un pequeño taller de cerámica en el garaje de su casa en calle Los Leones -donde precisamente fue fotografiada por Zig Zag-, donde partió vendiendo nacimientos para la Navidad. Y casi de inmediato comenzó a hacer de manera absolutamente autodidacta fruteros, gallos, candelabros y cerámicas que la hicieron ampliamente conocida. Todos la ubicaban como la "Teruca"...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR