Eyzaguirre devela el misterio - 20 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 520498626

Eyzaguirre devela el misterio

El ministro que parecía no saber para dónde ir -y cuya indefinición hacía que quien hablara con él quedara feliz- es hoy día uno que sabe con total claridad lo que se propone alcanzar.

Incluso demasiada.

Por eso los adversarios, a partir de hoy, serán también más claros.

Cuando se le menciona el acuerdo de la reforma tributaria, se apresura a aclarar que en el caso de la reforma educacional habrá estricta fidelidad a la vía institucional. "Esto no quiere decir, explica, que no habrá participación de todos los actores. La nuestra es una democracia continua, no hay una separación tajante entre el proceso político y el social; pero no cabe duda de que quienes tienen la última palabra son las fuerzas políticas representadas en el Congreso". ¿Participarán el movimiento estudiantil y las familias? "Ambos, sin duda, aunque debemos convenir que el grado de coalición y representatividad de los estudiantes es mayor que el de las familias". La participación, en cualquier caso, agrega, será "incidente y no vinculante".

El ministro ve en la reforma educativa una cuestión que -valga la paradoja- no es estrictamente educativa. Él está impulsando esta reforma convencido de que ella prefigura un país distinto. ¿Qué tiene de malo el país de hoy? ¿Acaso no se modernizó gracias a su propia gestión como ministro de Hacienda? "Sí, responde. Se expandió el consumo y creció el ingreso, pero consentimos que el sistema escolar reprodujera, en vez de corregir, la desigualdad". Para él, el sistema escolar va dibujando poco a poco la sociedad en que viviremos. Cómo sea la relación de los chilenos entre sí en el futuro, cuánto pluralismo cultivaremos, en qué medida la vida de cada uno será a la medida del esfuerzo que realizó, son cosas, piensa, que dependen de la escuela. El objetivo de la reforma educativa es, así, "cambiar la forma en que concebimos el destino de los niños y niñas: que no dependa de la cuna en que vinieron a este mundo, sino de su esfuerzo". El problema de Chile, piensa el ministro, no es solo del aula de clases, es de la estructura del sistema, que parece diseñado para distribuir a los niños en proporción al ingreso económico de los padres. De ahí que lo suyo sea una reforma social, además de educativa.

-¿Podría explicar en qué medida la reforma prefigura un país distinto?

-Hoy día tenemos un sistema escolar organizado en base al ingreso de los padres. Sobre eso no hay dos opiniones. El resultado es que la escuela reproduce, en vez de corregir, el origen. Cuando suprimamos el lucro, el copago y la selección -objetivos intransables de la Nueva Mayoría-, el sistema escolar estará integrado por un conjunto de proveedores que cultiven el pluralismo (los públicos) y otro conjunto privado (las escuelas particular subvencionadas), con diversos proyectos. Todos contarán, en principio, con igualdad de trato de parte del Estado. Y las familias podrán escoger. La situación no será muy distinta a lo que ocurre en Holanda. Habremos roto, por fin, la ligazón entre origen y oportunidad educativa. Las familias seguirán, por supuesto, transfiriendo ventajas a sus hijos, pero ya no lo harán mediante la escuela. La escuela corregirá la transmisión espontánea de ventajas.

-¿Cree usted que habrá consenso en torno a eso?

-En la Nueva Mayoría lo hay. Y la garantía de eso es el programa. En la derecha la situación es variada, pero creo que solo se opondrían a ese objetivo los neodarwinistas. Ellos creen que las ventajas de que gozan son fruto de una selección natural que los ha hecho mejores. En el otro lado, hay quienes piensan que todos los males educativos se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR