Ex SISS Juan Eduardo Saldivia y el clamor político para caducar la concesión a Essal: 'A veces, sumarse a los coros implica que el remedio es peor que la enfermedad'
Juan Eduardo Saldivia dirigió por 10 años la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), entre septiembre de 1996 y marzo de 2006. Fue una década álgida, pues se estrenaba en el país una nueva industria sanitaria, primero con la privatización de operaciones, como la entonces Emos -hoy Aguas Andinas-, y Esval, y luego bajo el esquema de concesiones.En dicha década, Saldivia enfrentó numerosos conflictos y crisis, como la primera fijación tarifaria de Emos teniendo al frente no ya al Estado, sino al grupo hispano Agbar, controlador de la compañía. Luego vendrían más episodios: una crisis -como la reconoce Saldivia-, al tener que revisar más de 10 millones de cuentas, tras dudas y animosidad de la ciudadanía en torno a facturaciones de algunas empresas, que al final de la revisión arrojaron solo 42 facturas erradas. Y -como olvidarlo-, la crisis, en 2004, de los malos olores provenientes de la planta de tratamiento de Aguas Andinas, La Farfana. Primero por un problema con los biodigestores de la planta y luego en las canchas de secado de lodos, todo lo cual significó multas, orden del regulador de suspender cobros por parte de la empresa y enfrentó al entonces Presidente Ricardo Lagos con Ángel Simón, representante de Agbar y hoy vicepresidente ejecutivo del grupo Suez para España y Latinoamérica, conglomerado controlador de Aguas Andinas y, por ende, de Essal.-¿Qué diagnóstico tiene de los sucedido con Essal?"Soy de aquellos que cree que la reforma al sector sanitario ha sido favorable para el desarrollo de la industria en el país. El informe de la OCDE de 2005 concluye que el sistema sanitario chileno es modélico. Dice que se ha hecho una tremenda inversión en infraestructura para lograr coberturas que son únicas en el mundo. Dicho eso, pienso que no tenemos una explicación razonable sobre lo ocurrido en Osorno. Podrá haber un error humano, pero uno se pregunta por qué el estanque de combustible estaba aguas arriba de la bocatoma de agua potable. Son cosas demasiados simples, pero a la vez graves. Y cabe preguntarse si estamos enfrentando una situación puntual o si hay un relajo de parte de los prestadores respecto de las condiciones de seguridad del servicio (...) El éxito de la industria puede estar significando que se esté quedando un poquito dormida en los laureles. Y cuando hablo de la industria, hablo tanto de las empresas, como del Estado y el rol fiscalizador que este debe jugar. Posiblemente lo que ha ocurrido en Osorno, como hace unos años pasó en Copiapó, remueva los cimientos de la industria y la pongan en situación de enfrentar los desafíos del siglo XXI. El cambio climático es un...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba