Evangélicos intensifican lobby legislativo y evalúan levantar candidatos propios
Rodríguez es pastor, abogado y miembro de Confía, una organización cristiana que se declara defensora de la familia. En esa condición le correspondió, por ejemplo, exponer ante la comisión de DD.HH. del Senado, en el proyecto de identidad de género, impulsado -entre otros actores- por agrupaciones de transexuales. En otra ocasión habló con el senador Andrés Allamand (RN) sobre el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP). Mientras que con otros legisladores, tanto oficialistas como opositores, ha conversado informalmente acerca de la eventual legalización del aborto. "Queremos intervenir en todo lo que tenga que ver con los valores cristianos", explica el pastor, quien comenzó a ir al Parlamento hace solo cinco meses. Su organización no es la única que trata de influir en esa misma línea sobre el voto de los senadores y diputados. En un conteo rápido, menciona alrededor de cinco entidades: "Es el germen, y cada vez habrá mas".
Todas las "formas de lucha"
Como otros lobistas evangélicos que acuden regularmente al Congreso, Rodríguez sigue distintos caminos para cumplir con su tarea. Eso incluye desde participar en conferencias con los legisladores o hablar informalmente con ellos junto a un café, hasta gritar consignas desde las tribunas -pancarta en mano-, cuando en el hemiciclo se discuten proyectos sensibles para su sector.
La incursión en el Legislativo constituye una faceta desconocida del trabajo cada vez más activo que distintas confesiones protestantes despliegan para explicitar sus puntos de vista y tratar de incidir en la agenda política.
La ofensiva de los evangélicos se produce en momentos en que el debate público está marcado por temas valóricos. Entre ellos se cuentan el proyecto del AVP y la controversia por una eventual despenalización del aborto y de la marihuana. La reforma educacional y su posible impacto sobre los colegios de este credo figuran también entre los tópicos que los inquietan. "Si la gratuidad implica ceder o claudicar de nuestros principios, no vamos por la gratuidad", anticipa el obispo Jorge Méndez, presidente del Consejo Nacional de Obispos y Pastores.
Muestra de esa incomodidad fue la multitudinaria marcha realizada el 31 de octubre, con motivo del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas, en la que se cuestionó la agenda valórica oficialista.
"Nos preocupa que se presenten algunas leyes propiciadas por las minorías. Hay que buscar soluciones con un respaldo de la sociedad", resume el obispo Emiliano Soto, líder de...
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