Escasa oferta gastronómica nocturna en Santiago incomoda a turistas y capitalinos - 19 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 520401230

Escasa oferta gastronómica nocturna en Santiago incomoda a turistas y capitalinos

Con este párrafo, la popular guía de viajes Lonely Planet inicia su descripción de la capital. Si bien se destacan los encantos naturales que posee el país de cordillera a mar, expertos en viajes, estudios, turistas y connacionales expresan extrañar en Santiago una mayor oferta de lugares para comer o tomar un trago, sobretodo en las noches.

En el estudio de "Marca país" realizado el año pasado por Future Brand , que por primera vez analizó las fortalezas de 21 países latinoamericanos, se concluyó que Chile tiene un desafío en turismo, por la escasa oferta de vida nocturna, según los más de dos mil entrevistados.

Y parecen no estar equivocados. Luego de realizar un sondeo por diferentes restaurantes y bares capitalinos, sus horarios de cierre no van más allá de las 00:00 horas. En el mall Costanera Center, que los viernes y sábado tiene funciones de cine en horario de trasnoche, quienes asisten a ver una película no tienen dónde comer algo, pues el patio de comidas cierra a las 23:30 y los restaurantes a las 00:00 horas, cosa que, en realidad, no se lleva a la práctica.

"Fui con unos amigos a ver una película a las nueve, y al salir, a las diez y media, todos los restaurantes estaban cerrando. En el único donde pudimos comer, nos atendieron de mala gana. Incluso, en ese mall hay funciones de trasnoche los fines de semana, por lo cual quienes quieren ir a comer primero tampoco lo pueden hacer", dice Javier Ovalle.

Tal como pasa en ese y el resto de los malls capitalinos, lo mismo se replica en la mayoría de los restaurantes de lugares como BordeRío, Isidora Goyenechea y Nueva Costanera. En Providencia, también ocurre algo similar: en el Liguria de Manuel Montt, su cocina cierra a las 01:30 horas -en realidad, 15 minutos antes ya está cerrada- y su barra, a las dos de la mañana. "El viernes pasado, después del trabajo llegamos a este bar y solo pudimos tomarnos un trago, porque el mozo no nos advirtió que la barra y la cocina estaban cerrados. ¿De qué bohemia se habla, si pasadas las dos de la mañana ya no hay nada que hacer en Santiago?", reclama...

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