'Es una pena el abandono que hay con la infancia y la discapacidad en Chile'
Es que todos, incluso los residentes que pueden trabajar, están ocupados preparando la actividad "Parque Feliz 2017", que el próximo fin de semana se realizará en el Parque Bicentenario de Vitacura.
"Es una fiesta creada y organizada enteramente por voluntarios, pero que nos involucra a todos", dice Cristián Glenz, director ejecutivo de la institución. Pero, en realidad, desde hace tres años se convirtió en una actividad clave para reunir fondos que permitan continuar con la atención integral para los casi 550 niñas, niños y adultos con discapacidad intelectual severa y profunda que pertenecen a sectores de alta vulnerabilidad social, y que viven en las tres casas de acogida que administran (Santiago, Rancagua y Quintero).
"Es una pena el abandono que hay con la infancia y la discapacidad en Chile. Son estas dos cosas, unidas, que tienen un trato casi inhumano en este país, que no cumple con los compromisos que tiene con Naciones Unidas", dice el ingeniero civil de la Universidad Católica, MBA en EE.UU. y con más de 20 años de experiencia profesional en empresas multinacionales.
Asumió el cargo en enero de 2016 después de una profunda reflexión interna, dice, que lo llevó a renunciar a su carrera para "meter los pies y los brazos en el barro" en un trabajo de carácter social.
Los costos promedio de mantener a personas con este tipo de discapacidades graves son de $1.200.000 mensuales por residente. Este valor está muy lejos de lo ideal, que según un estudio de Paulo Egenau, director social del Hogar de Cristo, se empinaría por sobre los $3 millones mensuales. Esta última institución está planteando un programa piloto sobre la base de un gasto de $2 millones al mes por persona.
El abandono del Estado
"Hay organizaciones que incluso han planteado demandar al Estado de Chile. Nosotros no estamos en esa. Pero me parece súper legítimo, porque es grave que la infancia, los niños, las personas con discapacidad en este país -nosotros somos una mezcla de ambos, porque llegan de niños y después se hacen adultos- no tengan cobertura después de los 18 años", dice, y no tienen derecho a ninguna ayuda de parte del Estado.
-¿Y el Servicio Nacional de la Discapacidad no les aporta?
"El Senadis no tiene recursos. Ellos hacen solamente ayudas técnicas. Y tienen recursos muy limitados, no para subvenciones mensuales permanentes. Por eso es que estamos bajo el Sename. ¿Y qué hacemos en el Sename, me pregunto? Está bien en el caso de los niños... pero en el...
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