'Es mentira que haya negociado con los senadores el futuro de las platas políticas'
Está viviendo en un departamento que le facilita su hermano mayor en Santiago, adonde regresó desde su casa en Olmué en agosto. Desde allá dirigió la Fiscalía Nacional cuando se declaró la pandemia.Jorge Abbot Charme (73) le hace honor a su segundo apellido como buen conversador. En el edificio institucional, donde nos recibe, hay poco movimiento. "Tenemos dos turnos y, si uno se contagia, otro puede tener la continuidad aquí. Yo vengo tres días a la semana".No ha tenido contacto cercano con el coronavirus, y pocos lo han contraído en la institución. "Ninguna víctima fatal, porque logramos reaccionar muy rápidamente. Cuando esto partió, nos replegamos al teletrabajo y logramos en muy poco tiempo tener conectada la fiscalía con los funcionarios en sus casas".Reconoce que la productividad ha bajado. "Hay un impacto que no podemos desconocer, pero no ha sido tan enorme como el que uno pudiera haber previsto al inicio de la pandemia".Viñamarino de cuna y porteño de vida, porque estudió en la Universidad Católica de Valparaíso y ahí tiene su oficina de abogado -hoy arrendada-, se declara amante del lugar: "Es que Valparaíso, como dice el gitano Rodríguez, es un puerto que agarra como el hambre". Pero después de octubre ha vuelto una sola vez y ha llegado hasta el Congreso nomás.A dos años de dejar el cargo, recuerda que cuando postuló siempre dijo: "A mí no se me va la vida en esto, porque tengo un proyecto de vida que me atrae tanto o más probablemente que ser fiscal nacional, que es mi vida en Olmué, donde están mi señora y mis hijos. Allá salgo a subir el cerro, la montaña. Llego bien cansado".Esta vez habla nostálgico en momentos y molesto en otros. Desahoga su indignación con algunos hechos y personajes. "Como dicen en el wasap familiar mis sobrinos, yo soy un nazi-comunista, porque me atacan de lado y lado". Y anuncia que publicó hoy en el sitio web de la Fiscalía Nacional el Informe sobre las Investigaciones por Financiamiento Irregular de la Política.Ahora suma un nuevo frente. Evalúa abrir una investigación penal por eventual fraude de subvenciones, tras revelarse que 437 mil personas habrían obtenido el Bono Clase Media, declarando remuneraciones menores.-Estallido y, luego, pandemia, ¿qué temores despertaron en el Ministerio Público?-Más que temores, nos enfrentamos a un escenario absolutamente inédito. Un estallido social de esa magnitud, donde la tensión llevó a que se cometieran delitos comunes extraordinariamente graves y también delitos desde el Estado, de nuestros propios auxiliares en la investigación, donde se rompió muchas veces la cadena que existe entre la víctima y el Ministerio Público. Las personas naturalmente no presentaban denuncias ante las policías, y eso nos motivó a ir a buscar a las víctimas. Empezamos a recorrer los hospitales, donde iban las que estaban lesionadas en los ojos. Por el otro lado, nos encontramos también con delitos extraordinariamente graves, como los incendios del metro, los saqueos en supermercados.-¿Qué criterios establecieron en los casos de derechos humanos?-No es posible evaluar ex ante. Tenemos un resultado con lesión, que es atribuible, eventualmente, a una persona que es necesario identificar, con las dificultades propias de manifestaciones multitudinarias. Luego de la investigación, uno efectivamente podrá determinar si hubo o no una acción dolosa. Muchas de las denuncias probablemente terminen con sobreseimiento definitivo, porque efectivamente hubo uso legítimo de la fuerza. Pero también hay otras, donde efectivamente hubo vulneración de derechos fundamentales. El caso más emblemático es Gustavo Gatica; también, Fabiola Campillay. En el primero reconstruimos el sitio del suceso, el momento en que recibe los impactos en sus ojos, dónde estaban ubicados los vehículos, las barricadas, a través de diferentes cámaras en los edificios, de periodistas que eran independientes y nos entregaron mucha información.-¿Quiénes eran esos periodistas independientes?-Muchachos jóvenes que en el fondo levantan imágenes y después, entiendo, venden, comercializan. No sé si serán periodistas.-¿Qué impresión le deja el enfrentamiento de jóvenes dispuestos a todo, por un lado, y carabineros, del otro?-En ambos lados de esta manifestación hay personas que exceden los límites de su propia actuación; la legítima protesta de aquellos que lanzan bombas molotov o elementos que son...
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