Quién es el abogado chileno de Snowden
-Fue en 2013 -dice-. Me pareció una persona joven, muy segura de sí misma. Era muy delicado en la manera en que trataba a los otros. Y sabía perfectamente quién era yo.
Ese año, Edward Snowden, un exempleado de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), se hizo mundialmente conocido luego de filtrar información que revelaba que Estados Unidos vigilaba las comunicaciones de millones de personas en todo el mundo; entre ellas, empresarios y líderes europeos. Hoy, asilado en Rusia, enfrenta cargos por espionaje y robo de propiedad gubernamental, y arriesga una condena de hasta 30 años de prisión en su país.
Eso era todo lo que Boye sabía sobre Snowden antes de recibir la llamada de Wolfgang Kaleck, un abogado alemán que le pidió que viajara a Berlín para contarle algo que no le podía decir por teléfono. Una vez en la capital germana, le dieron una dirección y le advirtieron que fuera sin celular ni ningún aparato electrónico. La dirección era la de un spa. Adentro lo esperaban otros cinco abogados de distintas nacionalidades: un belga, un estadounidense, un francés, un suizo y Kaleck, el alemán. Salvo este último, dice Boye, ninguno sabía por qué estaba ahí.
-Nos conocíamos todos, tenemos una línea profesional muy parecida. Al verlos reunidos, me di cuenta de que era algo gordo. Entonces nos plantearon que se trataba del caso Snowden. Nos dijeron cuáles serían nuestras obligaciones, lo que tendríamos que hacer y que lo pensáramos bien antes de aceptar.
-¿Lo pensó?
-Nadie lo pensó. Y si alguien lo pensó, lo hizo muy rápido, porque todos dijimos que sí. Somos abogados con mucha experiencia en llevar casos complejos y contra grupos y personas poderosas.
"A mí me parecía que Snowden era un tipo interesantísimo, y su historia venía a dar sentido a cosas que nosotros ya veníamos alegando. Cuando encuentras una causa penal en la que se han intervenido 200 líneas telefónicas, tú dices: cómo se hace esto, cuál es el protocolo, cómo se seleccionan los números, qué tipos de datos se adquieren... veníamos cuestionando diversos procedimientos y Snowden le da sentido a lo que pensábamos que estaba pasando".
-¿No cree que Snowden violó un secreto de Estado al filtrar información clasificada?
-No puedes estar en desacuerdo con Snowden. ¿A quién le gusta que el gobierno sepa todos los movimientos que hacemos? Él denunció prácticas ilegales. Que hoy se lo persiga y se lo acuse de traidor me parecen palabras mayores. Es tan absurdo como que denuncies que están asaltando el banco y te lleven preso a ti... No te imaginas la cantidad de gente que lo apoya. Es una persona que se da cuenta de una ilegalidad, da un paso adelante y arriesga su propia vida para actuar y poner en conocimiento a la ciudadanía.
Boye dice que, desde entonces, ha tenido varias reuniones con Snowden.
-No me acuerdo cuántas veces ni tampoco podría decirlo. He estado con él en Rusia, pero no puedo especificar dónde. Tampoco puedo explicar cómo se procede al trabajar, porque a muchos les interesaría saber. Se trabaja con discreción, con horas de vuelo, yendo a lo básico. Es un tipo encantador, brillante, con las ideas súper claras. Es impresionante la formación que posee, para los 29 años que tiene. Pocas personas a esa edad logran tener una visión tan clara.
-¿Por qué cree que lo eligen a usted para este caso?
-Hay muchas cosas en la vida que es mejor no cuestionar. Yo entiendo que es un reconocimiento a mi trabajo, pero defender a Snowden no es tener una medalla, es que te consideran apto para una defensa que es tremendamente compleja, poliédrica, que obliga a tener la mente muy abierta. Estamos buscando escenarios jurídicos en distintos países, lo que requiere determinadas habilidades que todos los que estamos en el equipo tenemos.
Gonzalo Boye Tuset nació hace...
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