Energía - Núm. 6, Julio 2021 - Industria Legal - Libros y Revistas - VLEX 873616271

Energía

AutorNicolás Yuraszeck
Páginas28-29
Industria Legal
nyuraszeck@prieto.cl
Nicolás Yuraszeck
El Golf 40, piso 13, Las Condes, Santiago
www.prieto.cl
El 6 de julio de 2021, el Gobierno anunció el
cierre de cuatro centrales termoeléctricas a
carbón para el año 2025, acelerando así el plan
descarbonización de la matriz energética, que
contemplaba su retiro para el 2040. Sólo
algunas semanas antes, el 25 de junio, la
Cámara de Diputados aprobó un proyecto que
adelanta el cierre de todas las centrales
carboníferas al 31 de diciembre de 2025, que
difiere de los plazos ya acordados.
El objetivo de acelerar la transición
energética es positivo, pero debe realizarse
procurando mantener la estabilidad del sistema
y no producir escasez de generación de
energía, ante una demanda creciente.
Adicionalmente al consumo humano, vemos
que las tecnologías para producción de
hidrógeno verde y desalinización, dos industrias
críticas, tienen una alta demanda de energía.
Para obtener la tan ansiada transición, se
requiere de un ecosistema que permita
incrementar la generación de renovables, pero
también resolver otros asuntos como el
almacenamiento y la transmisión de la energía
hacia los polos de consumo.
En este sentido, durante las primeras
semanas de julio, surgieron dos anuncios que
van en la dirección correcta. Primero, los
avances en la adjudicación de 55 terrenos
fiscales por parte del Ministerio de Bienes
Nacionales que, junto con los ya entregados en
esta administración, corresponden a 12.447 MW
de capacidad instalada. Segundo, la estrategia
de instrumentos económicos para apoyar la
transición energética que será lanzada en
agosto por el Gobierno.
Pese a lo anterior, urge avanzar en
simultáneo en otros aspectos que han sido
postergados y que son necesarios para un
sistema eléctrico seguro. Las renovables
requieren de almacenamiento para lograr la
estabilidad del sistema, sin que por el momento
hayamos visto una regulación exhaustiva que
remunere adecuadamente estas instalaciones.
En el mismo estado se encuentra el hidrógeno
verde, nominado como el vector de la transición.
Por otra parte, se requiere aumentar la capacidad de
transmisión y mejorar los procedimientos y plazos de
la planificación de este segmento y la obtención de
permisos en general. Por ejemplo, el proyecto Línea
HVDC Kimal – Lo Aguirre, clave para
descongestionar el sistema, tiene un plazo de puesta
en funcionamiento 84 meses (7 años) después de
que sea adjudicado a fines de este año, lo que ya es
estrecho. Es fácil apreciar que la Cámara no tuvo en
consideración este hecho en la aprobación de su
proyecto.
El desafío es grande y está lleno de
complejidades. No nos podemos quedar con una
frazada corta.
ENERGÍA
El riesgo de la frazada corta

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