Energía
| Autor | Fernando Bravo |
| Páginas | 34-35 |
Industria Legal
fbravo@prieto.cl
Fernando Bravo
El Golf 40, piso 13, Las Condes, Santiago
www.prieto.cl
A fines de abril de 2021, una de las principales
empresas de generación eléctrica del país
anunció llevar a cabo un plan de transición
energética con miras a la descarbonización total
de sus activos de generación, mediante el retiro
y desconexión de seis unidades carboneras a
más tardar en 2024 y la reconversión a otros
combustibles de sus tres unidades carboneras
más nuevas, a más tardar en 2025. Dos de
éstas serán reconvertidas para la utilización de
biomasa, en tanto que la restante será
reconvertida para utilizar gas natural.
El plan comunicado por esta empresa se une
a decisiones en la misma línea adoptadas por
otras generadoras y apuntan decididamente a la
transición de la matriz de generación del país,
desde la convencional hacia generación
renovable.
En paralelo, continúa en el Congreso
Nacional la tramitación del proyecto de ley que
pretende prohibir el funcionamiento de centrales
a carbón, estableciendo que todas las
termoeléctricas a carbón presentes en Chile
deberán cerrar, a más tardar, el 31 de diciembre
del 2025 y que aquellas centrales a carbón con
más de 30 años de antigüedad deberán cerrar
inmediatamente con la publicación de la ley,
aunque en discusiones más recientes se ha
debatido sobre otras alternativas de fecha de
cierre.
Es de esperar que la tramitación de este
proyecto de ley, que por ahora considera como
única variable para determinar el cierre de una
central su año de construcción, adopte una
mirada global que permita abordar
integralmente la multiplicidad de factores
ambientales, sociales y económicos atingentes
al proceso de descarbonización. En ese sentido,
para que el proceso de transición de la matriz
energética del país sea exitoso, tanto en la
estabilidad del sistema eléctrico como en lo
referente al impacto ambiental y a los costos de
la energía para sus consumidores finales, es
necesario realizarlo en forma ordenada y
progresiva, a la par del desarrollo de nuevas
fuentes de generación renovable y sistemas de
almacenamiento de energía, así como de la
construcción de sistemas de transmisión
suficientes y adecuados para este cambio.
El proceso debiera contar con una buena dosis de
gradualidad y flexibilidad, teniendo siempre presente
la seguridad y eficiencia del sistema eléctrico
nacional.
Asimismo, se debiera conferir herramientas al
Coordinador Eléctrico Nacional que le permitan
verificar que el proceso no produzca una afectación
significativa de la seguridad del sistema, ni cause un
aumento significativo de los costos de operación o
de los costos marginales de la energía.
Finalmente, el proceso debiera contar con el
concurso y apoyo decidido de las propias empresas
generadoras, sin afectar las -aún vigentes- garantías
constitucionales del derecho de propiedad y de
desarrollar cualquier actividad económica lícita.
ENERGÍA
Proceso de descarbonización de la
matriz energética.
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