Una eficaz protección al consumidor - 26 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 521378226

Una eficaz protección al consumidor

Una eficaz institucionalidad para la protección del consumidor es fundamental para el correcto funcionamiento de los mercados. Sin ella, las asimetrías de información que típicamente emergen en los mercados, en particular en aquellos donde se transan bienes a baja frecuencia (como automóviles), terminarían originando importantes ineficiencias y pérdidas de bienestar en la población.

Una segunda razón que justifica proteger al consumidor es su potencial racionalidad limitada. Esta tesis supone que las personas no cuentan con la capacidad para tomar decisiones racionales en ambientes complejos, caracterizados por alta incertidumbre y elementos dinámicos.

Una herramienta clásica para tal protección ha sido la generación de información sencilla, precisa y comparable respecto de las características de los productos. En Chile, un ejemplo de esto es la Carga Anual Equivalente (CAE), índice que permite comparar créditos financieros en condiciones equivalentes, evitando así los problemas de información, creado por la Ley N° 20.555 sobre Protección de los Derechos de los Consumidores. Lamentablemente, en los mercados complejos y modernos la provisión de información no basta para asegurar el correcto funcionamiento de los mercados.

Mejores prácticas

No existe un modelo ideal de protección del consumidor, lo que se explica por las diferencias en los sistemas económicos, legislación y factores culturales de los países. Sin embargo, sí cabe identificar factores de un buen modelo, que pueden clasificarse según si buscan prevenir o desincentivar conductas inapropiadas de los vendedores (oferta), consumidores (demanda) o ambos.

Entre los que apuntan a "regular" la oferta se identifican estrictos códigos de comportamiento, claros estándares de precios, productos y servicios; y una fiscalización efectiva. Por el lado de la demanda, son claves la provisión de información adecuada, la concientización y educación del consumidor. Finalmente, sistemas de canalización y resolución de conflictos rápidos y flexibles; una legislación que fije multas en los ámbitos y con magnitudes adecuadas, y una regulación moderna respecto de contratos de compra y venta son condiciones necesarias para un buen sistema de protección al consumidor.

Adicionalmente, la eficacia de la institucionalidad depende de reconocer que los abusos responden a un análisis de costos y beneficios que realizan los agentes: no se comete la falta si la probabilidad de ser detectado y castigado supera el...

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