Editorial
Autor | Los editores |
Páginas | 1-1 |
EDITORIAL:
A fines del 2012 presentamos el primer número de la Revista de Filosofía y
Ciencias Jurídicas. En dicha ocasión, fueron publicados varios artículos y
recensiones de la más diversa índole; estudios dogmáticos jurídicos y recensiones
sobre obras filosóficas. En su mayoría, tales obras fueron elaboradas por estudiantes
pertenecientes a la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, casa de
estudios a la que pertenece esta publicación. No podemos agradecer lo suficiente el
tiempo dedicado por los autores a la realización de dichas obras, avocándose a la
investigación científica, supuesto primordial para cumplir las metas que nos
propusimos como editores de este proyecto, metas que no son otras que la difusión
y promoción del pensamiento crítico y reflexivo sobre las materias que versa la
Revista.
Quisiéramos agradecer a todos los profesores que integran el Consejo
Editorial, quienes desde un primer momento apoyaron nuestra iniciativa y
posteriormente colaboraron con la revisión de contenidos de los trabajos
publicados. Agradecemos especialmente al profesor Agustín Squella, quien
participó activamente en la presentación del primer número y de quien recibimos
valiosos consejos relativos al trabajo editorial; al profesor Ricardo Salas, quien nos
apoyó desde que esta idea comenzaba a germinar; a la periodista Carla Urbani,
quien nos ayudó a promocionar y difundir la Revista y en su posterior presentación;
al abogado José Manuel Zapico Mackay, quien colaboró como árbitro ad-hoc, en
su calidad de especialista en Derecho Marítimo; al Director de Extensión y
Comunicaciones de la Universidad de Valparaíso, el Sr. David Carrillo, por su
constante apoyo a nuestro trabajo; y por último –y no por es menos importante–
a la Diseñadora del Departamento de Extensión de nuestra Universidad, Cristina
Baranlloni, por su colaboración, buena disposición y trabajo, materializada en un
pendón y afiches que fueron distribuidos en diversas casas de estudio.
Finalmente, invitamos a todos quienes tengan interés en la investigación y
la actividad crítica, a enviar sus trabajos, especialmente a los jóvenes que se inician
en este camino –y que se aventuren en sus primeras letras–, pues la juventud es
incorregible, y perdona todos nuestros errores.
Los editores
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