Discusión laboral al rojo: Sindicalistas de empresas privadas tienen demandas que poco y nada se escuchan - 13 de Marzo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 628854158

Discusión laboral al rojo: Sindicalistas de empresas privadas tienen demandas que poco y nada se escuchan

Eso es lo que encontré al conversar con dirigentes sindicales de empresas privadas, protagonistas de la discusión laboral del momento, pero que han estado abajo del escenario. Escogí a mis interlocutores aleatoriamente, entre empresas, todas muy conocidas y muy "reales": el inmenso Banco Santander; el gigante del retail que es Sodimac; AES Gener en su división de Ventanas; Lipigas, que tiene como dirigente a una mujer.

Bien dispuestos estuvieron con la posibilidad de entregar su visión de la realidad laboral que viven en sus empresas, y de la debatida reforma, la misma que los "empodera" fuertemente. Encontré en ellos apoyo para la huelga sin reemplazo y para el reconocimiento prioritario del sindicato como negociador de los beneficios y al cual a lo menos habría que pagarle las cuotas para sumarse a lo que consiga como mejoras. De la presidenta de la CUT escuché la opinión de que es inteligente, agradable, pero que su función es ser ideológica; de los políticos, que "no dan el ancho" para discutir el tema, porque no conocen las empresas. Como personas que sí conocen bien ese mundo, los dirigentes le ven a la reforma una suma de vacíos y deficiencias. Uno llegó a proponer que lo que se debió haber reformado es el Código del Trabajo completo, para ponerlo al ritmo de los tiempos. En forma pareja lamentan que la lógica del conflicto y la desconfianza cope el ambiente.

Ojo, que ellos muestran la realidad de las empresas "grandes", distinta de las medianas y pequeñas, que resienten, con razón, que se les apliquen las mismas varas. Uno de mis interlocutores me lo advertía: "lo que se discute en la reforma -salvo la negociación interempresas- no afecta a las grandes".

"Las generaciones jóvenes aprecian sobre todo la calidad de vida"La llegada de Carolina de Los Ríos (47) a la presidencia del sindicato Región Metropolitana-Rancagua de Lipigas fue una "revolución", y no solo porque una mujer presidiría a los trabajadores de una compañía mayoritariamente de hombres, sino porque las relaciones con la empresa estaban fatal y ella lo recuerda.

"Los trabajadores sentían la necesidad de un cambio de estructura sindical y la empresa tenía un mal concepto de lo que era un sindicato. Nuestra postura es la de un sindicato más de conversación, más de estar en la misma vereda de la empresa, de pensar que las mejoras vayan en beneficio de todos, desde el directorio hasta los gerentes y los trabajadores. En resumen, un trabajo amigable y no de confrontación como era. Intentamos convencerlos de que se podía tener buenas relaciones".

Eso fue el 2013, en que Carolina, que hoy lleva 16 años en la compañía, siempre en el área de mantención y posventa, llegó a la cabeza de una organización con 150 trabajadores y una trayectoria de 50 años.

"Hemos dado vuelta la situación que se...

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