Los días más difíciles del juez Carlos Aránguiz - 8 de Abril de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 707875105

Los días más difíciles del juez Carlos Aránguiz

Su salud comenzó a deteriorarse con un edema pulmonar que se le detectó en Quito, Ecuador, hace dos años. Carlos Aránguiz, abogado y escritor, había viajado a la ciudad para participar en una cumbre de máximos tribunales iberoamericanos, después de haberse convertido el 28 de enero de 2014 en ministro de la Corte Suprema.

La situación empeoró en enero pasado. Aránguiz sufre actualmente de fibrosis actínica, producida por efectos de tratamientos con radioterapia, lo que le ha generado cicatrices permanentes en los pulmones y disminuye su capacidad respiratoria.

"Mi familia es muy unida, mi señora y mis hijos son ángeles de Dios; pero indudablemente sufren, porque saben que mi enfermedad no tiene recuperación, así que nos animamos unos a otros mientras estamos juntos. Somos muy creyentes, de modo que sabemos que Dios tendrá la palabra final. Me gustaría poder servir un pequeño tiempo más, porque la justicia fue siempre la razón de mi vida; pero realmente no sé cuándo empezará el deterioro que me obligará, con requisitos o sin ellos, a irme para la casa", dice.

"Pienso retirarme apenas pueda"

Aránguiz adquirió notoriedad pública en 2002, al ser designado como ministro en visita del denominado caso Coimas. Se trataba de un escándalo en el que terminó desaforando a cinco diputados de la entonces Concertación, un ex subsecretario y produciendo una crisis en la coalición oficialista bajo la administración del ex Presidente Ricardo Lagos. Hubo procesamientos e interrogó a parlamentarios. Generó un terremoto en el ámbito político, lo que derivó en años posteriores en el caso MOP-Gate, que fue indagado por la jueza Gloria Ana Chevesich.

Ex alumno del Liceo Valentín Letelier y abogado de la Universidad de Chile, su carrera judicial comenzó como secretario en el Primer Juzgado del Crimen de Valparaíso. Fue juez en Los Andes, San Felipe, Valparaíso, Santiago, y fiscal en Coyhaique, hasta llegar en 2001 a convertirse en presidente de la Corte de Apelaciones de Rancagua.

Hoy integra la Tercera Sala de la Corte Suprema, a la que no ha dejado de asistir en los últimos meses a pesar de las dificultades de su salud.

Los supremos suelen verlo acudir al Palacio de los Tribunales con un bolso con oxígeno, dado que, por su enfermedad, le falta aire en sus pulmones. A pesar de esa dificultad, el magistrado asiste a los alegatos en el tribunal que revisa temas de garantías constitucionales, que van desde reclamos por actos arbitrarios de instituciones públicas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR