UN DIA EN KYOTO - 28 de Mayo de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 680119949

UN DIA EN KYOTO

La estación de trenes de Kyoto, inaugurada en 1997, es la segunda más grande Japón y, con sus 15 pisos, es como una ciudadela en sí misma: tiene tiendas, cafés y restoranes gourmet de última generación. Sin embargo, basta tomar un taxi o bus hacia el barrio de Gion para ver el Kyoto que uno espera. El que fuera sede de la corte imperial entre los años 794 y 1868, que hoy alberga un millón y medio de habitantes, y que continúa atrayendo a millones de turistas que la recorren en busca de tesoros patrimoniales y -también- de la calma que se respira.

Construida de acuerdo a los principios del feng shui, y rodeada con las flores-emblema -cerezos, azaleas, acer o camelias-, aquí hay belleza y paz en todas partes.

Como dice la cronista de viajes Lauren Elkin, en Kyoto "la paleta de colores me hizo sentir profundamente tranquila; todo verde y gris profundo... Kyoto es vivible, manejable, estéticamente interesante y, sobre todo, un lugar para caminar".

CAMINAR

Justamente un buen comienzo para un recorrido exprés por esta ciudad es caminar por las callejuelas del barrio de Gion, uno de los más famosos -o el más famoso- sobre todo porque aquí es posible ver a las famosas geishas.

Subiendo por sus calles se aprecia la arquitectura de pequeñas casas de madera, de fines del siglo XIX, además de innumerables tiendas de té, souvenirs, dulces tradicionales o kimonos de algodón llamados yukata (los que se usan para estar en la casa)... Haciéndoles el quite a los turistas, se va ascendiendo casi sin darse cuenta y así mismo se llega a uno de los templos más bellos de Kyoto, Kiyomizu-dera, que también es el más popular.

Si tiene solo 24 horas, o menos, vale la pena partir por aquí.

CONTEMPLAR

En esta zona hay dos mil templos o santuarios, y una veintena de ellos son Patrimonio de la Humanidad.

Kiyomizu-dera está al sur de Gion, en el distrito de Higashiyama. Es un templo budista de 1.200 años que cuelga, literalmente, de la ladera de una de las colinas de la ciudad. A la belleza de su construcción y sus espléndidos jardines, suma una tradición local que indica que hay que beber agua del manantial sagrado y rezar ante la diosa Kannon Bosatsu, cuya imagen se encuentra en una capilla subterránea, muy oscura, a la cual se baja en silencio total.

El templo es un lugar para recorrer sin prisa, y adentro uno puede encontrar lugares para comer noodles con verduras, muchos sitios de descanso y otros donde también se pueden ver geishas sentadas en grupos, entre los...

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